Instituto Cervantes
«Mujer tenías que ser» por Fernando Vilches
Parte de la polémica que ha suscitado estos días el informe (sensato y riguroso) de Ignacio Bosque sobre el problema de las Guías sobre el lenguaje sexista lo ha provocado la «Guía» de 260 páginas que publicó en septiembre de 2011 el Instituto Cervantes (sobrado de dinero, suponemos), lo que demuestra un desacierto más del Gobierno de Zapatero al primar los favores políticos sobre la idoneidad, al elegir a la que ha sido presidenta de tan insigne institución, en teoría la encargada de defender el buen uso de nuestro idioma en el ámbito internacional. De aquellos polvos, estos lodos. «Ellos juegan al baloncesto y ellas lavan la ropa» era un ejemplo de oraciones copulativas en una gramática de no hace mucho tiempo. Aquí sí que podemos hablar de sexismo gratuito en el lenguaje, puesto que las frases se adaptan a los estereotipos machistas de deporte para ellos y labores domésticas para ellas. Persuadido estoy de que Amaya Valdemoro no lo entendería nunca. El sexismo, lo he escrito repetidas veces, no está en la lengua española, sino en el uso que de ella hacen los machistas. Porque, si repasamos el estado de la cuestión en otras culturas, nos damos cuentas de que el machismo y el sexismo lingüístico está en todas. Pondré un ejemplo. La mayoría de nosotros hemos visto la película «101 dálmatas» (yo, una vez por cada perro, pues era la preferida de mi hija). Tiene una escena al final que pasa desapercibida. Por fin, logran todos los perros subirse a un camión que va a Londres y, así, escapar de la malvada Cruella de Vil. Ésta, que es una mujer, y, por lo tanto, sutil e inteligente, se da cuenta de la maniobra y persigue con su coche al camión. Para lograr sus propósitos (apoderarse de los perros) empieza a chocar contra el camión para sacarlo fuera de la carretera. El chófer, indignado, mira por el retrovisor y se da cuenta de lo que pasa. ¿Saben lo que dice? «Mujer tenías que ser», es decir, de nuevo el estereotipo, cuando, si vemos estadísticas fiables, de cada 10 conductores en Madrid, 7 son mujeres, y el 80% de los accidentes los producimos los hombres. Estamos, pues, ante la factoría de Disney, y en Hollywood, en la que hay actores de todas las ideologías, incluso muy muy de izquierdas y anticapitalistas y antiimperialistas como Javier Bardem, a quien no le hemos oído levantar su voz contra esta y otras películas donde el sexismo lingüístico es una lacerante realidad.
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