Roma

Emmanuella Dampierre una vida marcada por la tragedia

Emmanuella Dampierre una vida marcada por la tragedia
Emmanuella Dampierre una vida marcada por la tragedialarazon

Su vida no fue fácil, incluso podría decirse que rozó la tragedia, quizá de ahí le viniera el fuerte carácter que quienes bien la conocían aseguran que tuvo hasta el final de sus días. Ayer, Emmanuella Dampierre murió a los 99 años en Roma, después de tres de lucha, ya que «estaba muy delicada de salud», explicaron miembros de su entorno. Esposa en primeras nupcias de Jaime de Borbón y Battenberg, nunca aceptó que éste, hijo de Alfonso XIII, renunciara a sus derechos a la sucesión a la Corona española, que le correspondía por el abandono de su hermano mayor, Alfonso, en favor de su otro hermano, Don Juan, padre de Don Juan Carlos. Su sordomudez fue la causa de esta decisión, que, unida a una serie de desequilibrios psíquicos, hizo que la duquesa de Segovia decidiera, en 1947, poner fin a su unión con el infante. «Fue una mujer valiente y adelantada a su época, porque, en aquellos años, el divorcio no estaba bien visto. Es más, por este motivo se habló tan mal de ella en España y se ofreció una visión tan distorsionada de su persona», asegura la escritora Begoña Aranguren, que escribió sus memorias en 2003.

Tras el fallido matrimonio con Jaime de Borbón, volvió a probar suerte en el amor con Antonio Sozzani, un agente de bolsa milanés, de quien también se divorció años más tarde. Pero el golpe más duro de su vida fue el sobrevivir a sus hijos, a los dos. Alfonso, el mayor, falleció en 1989 en un accidente de esquí en Estados Unidos, y Gonzalo perdió la vida a causa de una leucemia en 2000. A la tragedia de la pérdida de sus descendientes sumó la de su nieto mayor, hijo de Carmen Martínez Bordiú y Alfonso de Borbón. Un fatal accidente de coche le ocasionó la muerte en 1984. Por este motivo se apoyó en su único nieto, Luis Alfonso, que ayer mismo, en cuanto conoció la noticia, se desplazó hasta Roma para encargarse de los trámites funerarios.
Precisamente, la última aparición pública de Dampierre fue con motivo del bautizo de los hijos de Luis Alfonso y Margarita Vargas, en 2010, una ceremonia en la que ya se la vio muy afectada de salud e impedida para caminar. «Fue una mujer guapísima, inteligente, culta y muy formada, pero también bastante desgraciada», afirma Liberto López de la Franca, experto en casas reales. A la espera de un comunicado oficial, aún se desconoce si será enterrada en Italia, país al que estaba muy unida por formar parte de los Ruspoli, una de las familias más prestigiosas; o en Francia, por ser hija del noble francés Roger Dampierre.