CEOE liga el éxito del 29-S a piquetes salvajes y servicios mínimos escasos

El máximo responsable de los empresarios recordó al Gobierno «la obligación que tiene de no permitir los piquetes coactivos». «Si no actúa y los disuelve, la participación en la huelga será mucho mayor», se lamentó. En ese sentido, advirtió de que cualquier piquete que se extralimite en su misión de informar se convierte automáticamente en «uno ilegal». Para que nadie se llame a engaño, Díaz Ferrán avisó de que la patronal procederá a presentar «las oportunas denuncias» contra estas actuaciones violentas.

La CEOE ha recomendado a todos sus afiliados que permanezcan abiertos este miércoles para que las personas que lo deseen puedan acudir a sus puestos de trabajo. Eso sí, ha aconsejado también a las empresas que cierren sus puertas cuando puedan crearse situaciones de peligro para evitar daños materiales y personales.

Díaz Ferrán negó ayer que los empresarios hayan respondido a las insinuaciones de piquetes salvajes de los sindicatos con amenazas de despido de sus empleados para evitar que secunden el paro general. «Ningún empresario ha intimidado a nadie para que vaya al trabajo» este miércoles.

En este escenario, denunció unos «insuficientes» servicios mínimos establecidos por el Ejecutivo para garantizar a muchos ciudadanos llegar a sus centros de trabajo y, por ende, ejercer su derecho constitucional a trabajar. Además, dudó de la legitimidad de esta huelga general por su carga de profundidad política. «Es una protesta contra el Gobierno y el poder legislativo», avisó.

Responsabilidad de daños
De ahí que momentos antes demandara del Ejecutivo que regule mediante una ley el derecho de huelga. Se trata, a su juicio, de clarificar aspectos importantes como los servicios mínimos, la actuación de los piquetes, la calificación legal o ilegal de la huelga, su titularidad y la responsabilidad derivada de los daños ocasionados durante un paro general o sectorial.

No obstante, el presidente de la patronal admitió la dificultad que conlleva redactar esta ley orgánica, que debe recoger el «necesario equilibrio» entre intereses cruzados, como el de la huelga y el del trabajo. «No es una materia fácil para el legislador», reconoció. Tan es así, que el único intento político que se ha producido en democracia de aunar criterios para regular este derecho terminó en un auténtico fracaso en 1992, tras meses de negociación.


Zapatero, al Congreso
El presidente del Gobierno no sólo no hará huelga, sino que comparecerá en la tradicional sesión de control de Gobierno de los miércoles en el Congreso de los Diputados. Mientras, la Cámara Alta ha optado por no imitar a la Baja y no ha planificado ningún acto parlamentario para mañana. En su agenda del Senado no figura ningún acto, aunque sí prevé la celebración de reuniones de comisiones parlamentarias hoy y el jueves. La Audiencia Nacional, por su parte, no celebrará ningún juicio el 29-S.