Nueva Delhi
EE UU e India «unidos para combatir el terrorismo»
Pese a los llamamientos de Islamabad, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha declinado la invitación para visitar Pakistán durante su gira de diez días por el sudeste asiático. Sin embargo, Obama le prometió al presidente Asif Zardari que él irá a Pakistán el próximo año. La decisión de no incluir a Pakistán en este viaje se debe, en parte, «a las rivalidades entre India y Pakistán», aclaró a LA RAZÓN el coronel retirado Talad Masud.
«En privado, Obama mantiene buenas relaciones con los dos países, porque quiere la paz y la estabilidad en la región. Pero el presidente de EE UU no puede desempeñar un papel activo en los asuntos bilaterales entre India y Pakistán, porque incomodaría a ambos países», aclaró Masud.
Obama aterrizó ayer, directamente, en la capital financiera india, Bombay, escenario de los peores atentados terrorista contra India en 2008, que dejaron la cifra de 166 muertos. El inquilino de la Casa Blanca quiso demostrar al pueblo indio que comparte su dolor porque EE UU también es víctima del terrorismo, y por ello, deben permanecer unidos para combatirlo.
En la azotea del Taj Mahal, uno de los hoteles de lujo que fue atacado por un grupo yihadista paquistaní, y acompañado por su esposa Michelle, el presidente de EE UU declaró: «Vinimos aquí para enviar un mensaje muy claro, que India y Estados Unidos están unidos en nuestra determinación de dar a nuestro pueblo un futuro de seguridad y prosperidad».
Consciente de que no goza de mucha popularidad entre la ciudadanía –pues India se siente regularmente ignorada, atrapada entre China y Pakistán– Obama vino a conquistar los corazones de los indios con sus palabras. También, se mostró cauteloso para no suscitar rencor en la vecina Pakistán y evitó nombrar a los autores de la masacre de Bombay. Tras alabar la democracia en India, Obama insistió en que tanto el país surasiático como Estados Unidos pueden ver el futuro «con confianza» ya que «la historia está de nuestro lado, pues quienes atacaron a inocentes sólo dejan muerte y destrucción».
Tras haber creado un clima de cordialidad, Obama entró de lleno en las cuestiones que conciernen a su visita. Esta gira por el sureste asiático busca, entre otros asuntos, crear nuevos lazos económicos para acabar con la crisis financiara en EE UU. Las economías emergentes de Asia son una buena oportunidad a explorar para las empresas estadounidenses. Por ello, el presidente abogó por eliminar las barreras que frenan el comercio entre su país e India, al que calificó como «mercado del futuro» y «socio indispensable» de EE UU en el S. XXI.
Como prueba de ello, Obama anunció ayer mismo la firma de una veintena de acuerdos entre compañías de ambos países, por valor de 10.000 millones de dólares, y que, según el presidente, supondrán 50.000 empleos en Estados Unidos.
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