El Barcelona necesita gafas

Pero con un examen más profundo, las conclusiones arrojan algunos datos que se podrían calificar de «preocupantes», aunque suene raro ante la privilegiada situación en la que está instalado el Barça.

Hasta hace pocas semanas, el equipo barcelonista era una máquina que trituraba a sus rivales a base de buen fútbol y goles por doquier. Últimamente, el Barça suda hasta la saciedad cada punto que suma. Lo sigue haciendo con buen juego, pero esa incontinencia goleadora que le hacía caminar hacia unas marcas de leyenda se ha cortado de golpe. Sus delanteros han perdido el olfato goleador y la puntería brilla por su ausencia.

Los datos de los azulgrana se explican por sí mismos. Hasta la jornada 25, el Barça sumaba 76 goles, lo que supone una media de más de 3 –3,04, exactamente–goles por partido. En las cuatro últimas, apenas han marcado 4 tantos, una paupérrima media de 1,25 por encuentro. Esta falta de puntería se ha traducido en pérdida de puntos y, por consiguiente, en el peligroso acercamiento del Real Madrid en la clasificación. El partido disputado en el Sánchez Pizjuán es el mejor ejemplo del problema que tiene en estos momentos el equipo de Guardiola. Tras una primera parte memorable, llena de ocasiones, el Barça sólo fue capaz de marcar un gol, obra de Bojan. Y de lo que pudo acabar en auténtica goleada, se pasó al empate de Navas y el 1-1 final.

El freno en la capacidad goleadora del equipo azulgrana lo personifican mejor que nadie sus tres delanteros titulares: Pedro, Messi y Villa. Sus cifras siguen siendo excelentes, pero en las últimas jornadas no están viendo puerta.

Entre los tres suman 57 goles en la Liga. En las cuatro últimas jornadas apenas han sumado un gol, el de Messi en Mestalla, que acabó suponiendo una victoria muy importante en la carrera por el título. En cambio, ante Zaragoza, Sevilla y Getafe no han sido capaces de marcar un solo gol.
Precisamente, en los dos últimos envites ha sido Bojan Krkic, como ya hiciera en el tramo final de la pasada temporada, el que ha recogido el testigo goleador y ha aprovechado los minutos que ha dejado libres la lesión de Pedro. Dos goles en dos partidos.