Presidencia del Gobierno

PSOE sin ideas

La Razón
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Rubalcaba resultó elegido el sábado secretario general del PSOE, aunque a tenor de sus declaraciones debía de creer que había ganado la presidencia del Gobierno de España y olvidado que la dramática situación en la que viven los españoles se debe a la gestión del Ejecutivo del que él formó parte. Así que, al margen de las euforias y subidones de moral provocados por el triunfo congresual, debe tener claro que va a ser el líder de la oposición con 110 diputados, por lo que no podrá revocar los acuerdos del Gobierno con la Santa Sede ni ninguna otra propuesta demagógica que se le pueda ocurrir. Por cierto, ha tenido ocho años para echar abajo los acuerdos con la Iglesia y no se le ha ocurrido hacerlo. También le ha sobrado tiempo en el Ejecutivo para tomar medidas que impidieran el crecimiento del número de parados, impedir los recortes que llevó a cabo el Gobierno Zapatero o dar respuestas eficaces a los jóvenes que se ven obligados a irse fuera de España. Pero es ahora cuando dice que va a ponerse a trabajar en ello. En su discurso de ganador faltaron ideas y sobraron lugares comunes y topicazos y a lo largo de los tres días que duró el cónclave dio la sensación de que más que un debate con propuestas, se libraba una pugna por hacerse con el poder interno del partido. Por ello no resultó creíble cuando afirmó: «Hemos puesto la base de un nuevo proyecto pensando en los españoles». Su próximo reto son las elecciones asturianas y, sobre todo, las andaluzas, ya que si pierde el último bastión de poder socialista, de poco le habrá servido ganar la Secretaría General.