Historia

Estreno teatral

Los pensadores cambian de diseño

Aparece en España la colección «Grandes ideas», cien obras esenciales del pensamiento reunidas en una selección de cuidado diseño entre los que se encuentran autores como Proust, Kant, Confucio o Darwin

Los pensadores cambian de diseño
Los pensadores cambian de diseñolarazon

La cultura está muerta. Es algo obsoleto, reservada para tan sólo unos pocos. Un asunto que carece de importancia, casi para enterrar. Hay que admitirlo: las imágenes van más rápidas que las ideas. El montaje cinematográfico es más veloz que la filosofía. También internet. Son datos objetivos. En un mundo donde Ryan Gosling es capaz de matar en una película a varios individuos sin mudar la expresión del rostro y las pasarelas definen en qué civilización te encuentras, apostar por Marcel Proust, Confucio, Maquiavelo o William Shakespeare (por escrito, no en sus adaptaciones para la gran pantalla, que resultan muy taquilleras) es propio de un insensato o un idealista. Alguien predispuesto a que su jefe le mande al INEM. Y, sin embargo, es la línea que se ha propuesto seguir Taurus con la colección «Grandes ideas», una iniciativa para recuperar aquellos nombres que decidieron moldear la historia en vez de que la historia les moldeara a ellos.

Récord de ventas
El proyecto llega desde Inglaterra. Nació en el seno de la editorial Penguin y ha funcionado muy bien, lo que reconforta y da optimismo: «Allí se editaron cien títulos y se han vendido 2,5 millones de libros. Y también se ha convertido en un éxito en Estados Unidos», comenta Inés Vergara, editora de Taurus, quien ha abanderado esta iniciativa: recuperar el pensamiento de los intelectuales, filósofos, literatos y dramaturgos que con sus trabajos han modificado el rumbo del mundo. Y lo ha hecho a través de una cuidada selección: «Días de lectura», de Marcel Proust; «Ataque a un enemigo de la libertad», de Cicerón; «Viajes por la tierra de Kublai Khan», de Marco Polo; «Sobre la selección natural», de Charles Darwin; «Confesiones de un pecador», de San Agustín; «Un llamamiento a los esforzados», de León Trotsky; «Sobre el poder», de William Shakespeare; «Contestación a la pregunta: ¿Qué es la ilustración?», de Immanuel Kant; «Nacionalismo», de Rabindranath Tagore, y «De las conjuras», de Nicolás Maquiavelo.

A esta suma de autores y de títulos, Taurus, que editará veinte libros cada año hasta alcanzar la centena, piensa sumar la aportación del ámbito hispánico al cultural internacional incorporando a hombres y mujeres de España y de Iberoamérica. «Todavía no están pensados cuáles van a ser –prosigue Inés Vergara–. Aún los tenemos que meditar, pero me gustaría contar, de antemano, con Ortega y Gasset, que creo que sería un buen candidato, o con Jorge Luis Borges, que está en la línea inglesa. Pero la idea es abarcar más allá del siglo XX». Taurus propone un doble envite con este lanzamiento. Por un lado aumenta su compromiso con el ensayo; por otro, recupera el gusto por la estética. A los volúmenes que integran este estuche se les ha proporcionado una portada delicada y cuidada (copian el original británico) que invita a la lectura. «Ahora, más que nunca, la estética de los libros es muy importante», asegura la editora.

Una gran acogida
Esta línea, que saldrá a la vez en papel y en e-book, presenta unas características propias muy significativas: no pesan nada, son ligeros y son bonitos. Aspectos que les convierten en rivales perfectos para plantar cara al libro electrónico. «El editor inglés reconoció que ha tenido una acogida fantástica entre todas las edades, incluso los más jóvenes. Me ha reconocido que se habían convertido en objeto de coleccionismo. La gente ha empezado a comprarlos para tenerlos y completar la entrega». Esto abre una interrogante: ¿el papel podría plantar cara al futuro electrónico a través de ediciones extremadamente cuidadas, ligeras y a un precio asequible? «Nosotros no pretendemos competir con el e-book. No era el propósito de esta colección. De hecho, se editan en paralelo», advierte Vergara.

Un género en auge
«Grandes ideas» da la impresión de que se va a postular fuerte entre los amantes de la lectura porque, además, el ensayo goza ahora de gran aceptación. «Durante estos dos años, en nuestra editorial, nos ha ido muy bien en ventas. Ha sido una sorpresa, porque estamos en momentos marcados por la crisis. Quizá es porque en situaciones como éstas es bueno pararse a pensar y los libros de ensayo ofrecen precisamente eso: pensamiento. De hecho, "Algo va mal", de Tony Judt, ha vendido 40.000 ejemplares».

Mientras se terminan de concretar los próximos títulos, los que saldrán en octubre, entre los que, probablemente, estarán obras de Descartes, Mary Wollstonecraft y Nietzsche, Vergara asegura que no se ha dejado fuera ninguna idea: ni siquiera las malas, que también tendrán su espacio dentro de este catálogo. «Una de las razones de la acogida que están teniendo es la combinación entre el delicado diseño y que son textos que vienen sin notas, prólogos o aparatos críticos. Están bien escogidos. Son atractivos. Invitan a leer. Y están ofrecidos para que todas las personas, independientemente de la edad que tengan, puedan adentrarse en estos autores clásicos a través de sus ideas principales».


El detalle
MAQUIAVELO TAMBIÉN EN «MANGA»

La viñeta se atreve con el pensamiento de filósofos y de intelectuales. Lo hace adaptando gráficamente sus biografías y obras emblemáticas. El manga, ahora, se ha atrevido con «El príncipe», de Maquiavelo, uno de los tratados políticos más famosos que, incluso, llegó a anotar Napoleón Bonaparte (existe la edición en español del original del autor con las anotaciones que escribió en sus márgenes el emperador francés). Esta propuesta, que edita en España la editorial Herder, sigue la estela de otros filósofos contemporáneos que han visto cómo sus ideas se traducían en viñetas de origen nipón, como Carlos Marx o Nietzsche, que se han convertido en verdaderos éxitos de venta. El objetivo es difundir entre la población más joven, o no, el contenido de estas obras fundamentales de la civilización. Como diría el propio Maquiavelo, «el fin justifica los medios».