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«Maldigo al asesino de Carlota»

«No me dio tiempo a disfrutarla», sigue lamentándose Judith, tía de la joven

Carlota, en una imagen del perfil público de Facebook en el que le rinden homenaje
Carlota, en una imagen del perfil público de Facebook en el que le rinden homenajelarazon

«No lo acepto. Estoy rabiosa, impotente». A Lula Judith Cobo le duele el alma. No acierta a comprender cómo de la noche a la mañana un conductor ebrio les arrancaba de sus vidas a Carlota, una joven que desbordaba vitalidad. «Vino a vivir a casa dos días antes de que la mataran y mi hijo le hizo sitio en su armario y compartió superfeliz su litera con ella. La tenía muy cerca de mí ya, y no me dio tiempo a disfrutarla y compartir más con ella... Estoy abatida». Así reflejaba ayer Lula Judith sus sentimientos a través de Facebook, consciente de las múltiples muestras de apoyo que recibe desde todos los rincones.

En estos duros momentos no hay consuelo y la ira sale a flote. Así se refiere al conductor de la furgoneta: «Caras tristes, miradas perdidas, mis maldiciones y las de unos cuantos cientos más al asesino... ¡Yo te maldigo! No tendrás el respeto de tus hijos ni de España entera!».
Un poco más templados, sus amigos quieren recordarla como «una chica simpática e inquieta pero sobre todo de una gran belleza, ¡qué ojos!», decía uno de ellos. «Carlota, hoy agradezco cada minuto que pasamos juntas, nuestras risas y también nuestros llanos. Tu recuerdo me ayudará a seguir luchando», añadía otra. Así, hay cientos de comentarios sobre la joven de usuarios del grupo creado en la red social en su memoria.

«Kamikaze» en la carretera

Y es que la muerte, el pasado 29 de enero, de la joven de 18 años, hija de Toni Cantó y Eva Cobo y de su novio, Javier Arraut, de 20 –sobrino del candidato a la Alcaldía de Barcelona, Xavier Trías–, causó una auténtica conmoción. La pareja viajaba en coche por la localidad de Cabrera de Mar (Barcelona) cuando chocó con una furgoneta «kamikaze» que circulaba en sentido contrario y que conducía Alejandro S. R., de 41 años, que, según fuentes policiales, quintuplicaba la tasa de alcoholemia. El hombre resultó herido y fue detenido. Del presunto asesino poco más se sabe. Es padre de tres hijos, de los que tiene su custodia y es vecino de Arenys de Mar. Se encuentra hospitalizado y su estado es grave.

Desde el accidente se han creado en la red social varios grupos solidarios: «Grupo de apoyo a Toni Cantó y familia por la muerte de su hija Carlota», «En memoria de Carlota Cantó», e incluso se va a celebrar un evento para recordarla con una reunión de amigos. En todos los portales el mismo mensaje: Carlota era una joven con talento, solidaria, amante de los animales y comprometida con el mundo. Vivía con sus abuelos en Barcelona y estudiaba Administración de Empresas. Realizó diversos viajes a África (Kenia y Etiopía) con una ONG a la que pertenecía y disfrutaba de su labor rodeada de niños. También cultivó su gusto por la moda y ya desfiló como modelo en La Coruña, donde vivió hasta los 17 años con su madre, en junio de 2009.

Una joven con una prometedora carrera por delante, que quedó en el asfalto por culpa de un conductor ebrio. Miles de personas claman por aumentar las penas en estos casos.

 

El detalle: Retrato de una familia hundida
A pesar de las muestras de afecto de todo el país y de México, EE UU y República Dominicana, la familia de Carlota Cobo está destrozada. Pero la vida continúa y Toni Cantó empezó con la obra «Razas» en el Teatro Rosalía de Castro de La Coruña ayer, que estrenó horas después de la muerte de su hija. El trágico suceso ha vuelto a sacar a la luz la relación entre los dos actores, que en la década de los 80 se separaron y comenzaron a enfrentarse en los juzgados. Cantó llegó a dudar de su paternidad y Eva (en la imagen, tras el funeral de su hija) no dudó en luchar hasta conseguir que el actor le pasara su manutención y le diera sus apellidos. Por su parte, ella, se dedica enteramente a su nueva familia con un empresario coruñés, aunque realiza regularmente viajes a Madrid. Todos los allegados se sintieron especialmente arropados por el adiós en La Coruña que le ofrecieron en la parroquia Divina Pastora de la localidad gallega y que congregó a multitud de adolescentes, amigos y compañeros de colegio. En el mismo estuvo Eva Cobo con su actual pareja, Roberto Díaz-Rincón, y sus otros dos hijos, Roberto y Alejandro.