Asturias

Los Príncipes reparten la herencia

Los Príncipes reparten la herencia
Los Príncipes reparten la herencialarazon

La última voluntad del menorquín Juan Ignacio Balada se está cumpliendo. Sus herederos, esto es, los Príncipes de Asturias y los nietos de los Reyes, están moviendo ficha para cumplir los deseos del empresario que falleció en Ciudadela el 18 de noviembre de 2009, que la mitad de su patrimonio se destinara a una fundación de interés general y el resto se repartiera de forma individual entre los beneficiarios. Así, como recoge el BOE del pasado 4 de agosto, Don Felipe y Doña Letizia han constituido la Fundación Hesperia que, con una dotación de casi cuatro millones de euros (3.999.968,66), se dedicará al «estudio y apoyo de la institución monárquica tanto en España como en el extranjero». Además, la entidad, que también se acaba de inscribir en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Educación, tendrá entre sus objetivos «la formación de la juventud para facilitar su mejor acceso al mercado de trabajo, la promoción, participación y fomento de proyectos de carácter social y el fomento de la cultura».

Pero esta obra social no es el único movimiento que la Familia Real ha realizado con los 6,5 millones de euros que recibieron entre propiedades, acciones de bolsa y depósitos en efectivo, después de pagar los 3,3 millones de euros del impuesto de sucesiones al Gobierno balear, liquidadas las deudas y los gastos de gestión de una herencia que ascendía a 10,6 millones.

Fines solidarios

Don Felipe y Doña Letizia repartieron los 70.000 euros que recibieron cada a uno a partes iguales entre la Fundación de Discapacitados de Menorca y otro proyecto que llevará por nombre Balada que se dedicará a repartir becas para jóvenes. Los diez nietos de Don Juan Carlos y Doña Sofía no podrán disponer de esta cantidad hasta que sean mayores de edad.

 Más complicado resulta el reparto de los bienes inmuebles. De momento, ya han disuelto la promotora Adalab –valorada en 5,2 millones pero que cerró con pérdidas en los dos últimos años– y van a poner a la venta el edificio modernista que acoge la farmacia Llabrés.

Bien de Interés Cultural
A pesar de que el Ejecutivo menorquín pidió a los Príncipes que la cedieran de forma gratuita y la restauraran con la herencia, el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, a través de una misiva que envió al Consell, ha declinado la propuesta porque «incumpliría la decisión del testador que dispuso expresamente que tiene que ser objeto de venta». Aun así, las autoridades de la isla continúan en su empeño de hacerse con el edificio declarado Bien de Interés Cultural y esperan negociar para comprarlo, acondicionarlo y abrirlo al público como un reclamo turístico de Menorca. Al tratarse de un inmueble protegido, el Consell juega con ventaja, pues tienen reservado un derecho de tanteo frente a cualquier particular que decida lanzar una oferta.


El siguiente paso: hablar con las primas
Además de la farmacia, Balada dejó a la Familia Real el palacete en el que vivía, la finca Bini Talaiot –que cedía a los salesianos para sus campamentos, algo que Zarzuela ha prorrogado–, un local comercial y un bloque de pisos –también se busca respetar a los inquilinos–. Estas propiedades, a efectos fiscales, fueron tasadas en 1,83 millones de euros. Para vender algunos de ellos tendrán que hablar con las primas del millonario, que poseen el 25 por ciento de la titularidad de tres inmuebles. De momento, no se ha producido llamada alguna.