Antigalácticos

Los jugadores de la selección son campeones del mundo y no pueden presumir de ser galácticos. Son simplemente grandes profesionales que ejercen su oficio de la mejor manera que saben sin sacar pecho, sin creerse mitos y personajes con páginas en las revistas del corazón. Son únicamente ciudadanos de a pie aunque levanten grandes pasiones y se sientan admirados. Los futbolistas del equipo nacional son gentes que acuden a su lugar de entrenamiento como quien va a su fábrica, como decía Di Stéfano del Santiago Bernabéu. La ventaja de que disfrutan los futbolistas es la de tener un trabajo que les divierte. La mayoría seguiría jugando aunque dejara de ganar millones. Les importa su club, sus seguidores y cuando pertenecen a la selección, la opinión de los ciudadanos.Desde Casillas a Reina, Valdés y Albiol, quienes no han jugado un solo minuto, el triunfo queda reducido a la estrellita de la camiseta roja que han estrenado. En su regreso a España se les ha visto la misma humildad con que han afrontado el campeonato. Ni la opinión de muchos medios nacionales e internacionales, que les consideró favoritos para el triunfo final, les llenó de soberbia. Han llegado al éxito con la actitud de quien sabe que para ganar hay que sufrir.En un campeonato en el que han fracasado algunas de las grandes figuras, los españoles han conseguido la admiración mundial. No han defraudado. Su grandeza ha llegado por la consumación de los hechos. Campeones.