Iglesia Católica

El exmayordomo del Papa se declara inocente de la acusación de robo

El exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, se declaró hoy "inocente"de la acusación de robo con agravantes de documentos reservados del Pontífice, pero "culpable de haber traicionado la confianza puesta en él"por Benedicto XVI.

 Gabriele, de 46 años, fue interrogado hoy en la segunda audiencia del juicio que se sigue contra él en el Vaticano, en la que también prestó declaración el secretario particular de Benedicto XVI, Georg Gänswein, quien dijo que nunca sospechó del mayordomo hasta ver publicado el 19 de mayo en el libro "Sua Santita"documentos que nunca habían salido de su despacho.

Durante la audiencia, el Promotor de Justicia (Fiscal) del Vaticano, Nicola Piccardi, anunció, por orden del presidente, Giuseppe della Torre, una investigación para analizar las condiciones carcelarias de Gabriele, ya que el imputado aseguró en el interrogatorio que fue recluido el primer día en una celda que no cumplía las condiciones necesarias, hasta el punto de que no podía ni estirar los brazos de lo pequeña que era.

También aseguró que sufrió presiones psicológicas, ya que -dijo- durante la primera noche se le impidió usar la almohada y que durante veinte días tuvo encendida la luz las 24 horas del día. 

Dos días después de iniciarse el juicio y tras el descanso dominical, el proceso se reanuda con el interrogatorio de Gabriele, de 46 años, quien durante los últimos seis fue el ayudante de cámara del pontífice y fue detenido el pasado 24 de mayo.


Gabriele, conocido con el diminutivo de "Paoletto", está acusado de ser "il Corvo"(el cuervo), la persona que robó centenares de documentos reservados del papa, que después filtró al periodista Gianluigi Nuzzi, que los publicó en el libro-escándalo "Sua Santitá", en el que desvela supuestos enfrentamientos e intrigas vaticanas.


El Tribunal, compuesto por los jueces Giuseppe della Torre (presidente), Paolo Papanti Pelletier y Venerando Marano, informó en la primera audiencia que hoy se dedicaría al interrogatorio de Paoletto. No obstante, no se descarta que puedan ser llamados también algunos de los trece testigos convocados, entre ellos el secretario privado de Benedicto XVI, el sacerdote alemán George Ganswein, de cuyo despacho sacó "Paoletto"los documentos que luego filtró.


Al juicio están también llamados como testigos Cristina Cernetti, una de las laicas que forman parte de la llamada "Familia Pontificia", que cuida el apartamento papal, y el jefe de la Gendarmería Vaticana, Domenico Giani. También el sacerdote de la Secretaria de Estado Carlo María Polvani, y el vicecomandante de la Guardia Suiza, William Kloter. El resto de los testigos son agentes de la Gendarmería Vaticana. Gabriele, que está defendido por la abogada italiana Cristiana Arru, puede ser condenado hasta con cuatro años de cárcel.


El tribunal espera concluir el juicio a finales de esta semana, tras celebrar cuatro sesiones.
Aunque Gabriele ya se ha declarado culpable, eso no influirá en los jueces, ya que quien se confiesa culpable -según precisaron fuentes judiciales vaticanas- puede en realidad encubrir a otras personas. "Paoletto"admitió en los interrogatorios, según el informe de la fiscalía vaticana, que tomaba los documentos, los fotocopiaba y entregabas las copias a Nuzzi.
En su casa, la Gendarmería Vaticana encontró documentos y otro material que llenan 82 cajas, de diferentes tamaños.


El ya exmayordomo del papa admitió haber cometido el delito con el fin de "mejorar la situación eclesial que se vive en el interior del Vaticano y nunca para dañar a la Iglesia y a su Pastor", según documentos judiciales. "Viendo mal y corrupción por todas partes en la Iglesia, estaba convencido de que un 'shock' mediático (la publicación de los documentos) podía ser bueno para llevar de nuevo a la Iglesia por el buen camino", afirmó. Y no quedó ahí, "Paoletto"agregó que se sentía "infundido por el Espíritu Santo", que le pedía eso.


Sometido a varios peritajes psiquiátricos, los especialistas señalaron que es una "persona correcta, normal, sensible y tal vez con una profunda inseguridad y falta de afecto, lo que le llevó a cometer esos actos".