Automóvil

«Papá has atropellado a alguien»

El drama se cruzó también en el camino del propietario de la furgoneta que atropelló al niño de dos años de manera accidental. Un despiste le costó la vida al pequeño, que él no vio. El conductor, de unos 40 años, acercaba a su hija al colegio, pero se distrajo mientras limpiaba el vaho de los cristales de la luna delantera

El paso de peatones donde sucedió el atropello está enfrente de la escuela infantil «Pío Pío»
El paso de peatones donde sucedió el atropello está enfrente de la escuela infantil «Pío Pío»larazon

Un error mortal que se llevó una vida por delante. La niña fue quién avisó a su progenitor de que había atropellado a alguien, pero ya era tarde.
El hombre está hundido por lo sucedido y asegura que no vio a ninguna de las dos víctimas. Las autoridades le realizaron los pertinentes controles de alcohol y drogas y los resultados ya están a disposición de la jueza, pero según Alberto Hervías, concejal de Seguridad Ciudadana, Tráfico y Protección Civil, «todo indica que la causa del trágico accidente fue un despiste». De la misma forma, fue inmediatamente detenido por un delito contra la seguridad vial y declarará hoy ante el titular del Juzgado de Primera Instancia número 8 de la localidad madrileña tras pasar a disposición judicial. Es previsible que al autor se le impute un delito de homicidio imprudente y que no ingrese en prisión preventiva al no darse los requisitos para esta situación procesal, algo que deberá valorar el juez conforme al atestado policial.

Edgar, un jardinero de la zona, se incorporó a su trabajo sobre la hora del suceso y escuchó el alboroto mientras se cambiaba de ropa. Cuando salió vio tres coches de policía y una mujer desesperada, mientras los municipales incautaban la furgoneta donde únicamente alcanzó a leer «Ferretería». Por otra parte, algunos vecinos del municipio madrileño afirmaron que los límites de velocidad no siempre son respetados por los conductores. Edgar corroboró que por la avenida nadie cumple la velocidad permitida. «Hoy mismo un coche ha derrapado aquí», explica. Durante la mañana muchos padres se acercaron al centro para recoger a sus hijos, pero pocos sabían lo que había ocurrido unas horas antes. «Me acabo de enterar de lo ocurrido», dijo una señora, «¡Qué noticia más triste!», lamentó. Aún así, los vecinos tienen constancia de que por esta calle los coches circulan a gran velocidad y no respetan los pasos de peatones. «Esto se llena de vehículos, a menudo aparcan en doble fila y casi nadie respeta los límites de velocidad», afirmó una madre que se acercó al centro educativo.

En el interior de la escuela, el personal guardó silencio ante los medios que en la puerta se agolpaban. La seriedad y la tristeza reinaba en el ambiente, así como la preocupación. El centro educativo no es el único en la zona, puesto que enfrente hay un colegio y tiene gran visibilidad por tratarse de un espacio amplio. La glorieta no tiene ningún monumento que dificulte la visión a los conductores ni a los viandantes por lo que quedan excluidas muchas posibles causas del atropello. Tras pasar por los controles de velocidad de la Policía Municipal y los controles de alcohol requeridos, la versión del conductor se acerca cada vez más a los motivos del trágico accidente.