Defensa

Crece la preocupación por los misiles Patriot: el Pentágono dice que tiene suficientes ¿es verdad?

Debate en Washington por el estado de las reservas de misiles Patriot del ejército estadounidense

Se puede ver un camión militar con color verde camuflaje con un sistema de tubos por los que puede disparar hasta cuatro misiles hacia objetivos aéreos
Estados Unidos lanzó la mayor salva de misiles Patriot hace una semana y lo hizo para salvar esta base militarU.S. Army (Estados Unidos)

Un informe reciente apunta a que las reservas de misiles Patriot de Estados Unidos están muy por debajo de lo necesario, generando preocupación en el Pentágono y entre los aliados.

Las autoridades militares estadounidenses han reaccionado rápidamente, desmintiendo categóricamente el informe y asegurando que sus arsenales son suficientes para cumplir con sus cometidos globales.

Esta discusión surge en un momento de elevada demanda global de estos interceptores avanzados, particularmente por parte de Ucrania, que necesita reforzar su defensa aérea frente a los intensos ataques rusos.

La discrepancia sobre los arsenales

El debate se ha originado tras la publicación de un artículo tal y como recoge el medio Twz que, citando fuentes familiarizadas, afirma que EE.UU. solo posee aproximadamente el 25% de los interceptores Patriot que considera necesarios para sus operaciones.

Desde el Pentágono, portavoces oficiales han replicado que las fuerzas armadas cuentan con lo necesario "para combatir y vencer cualquier misión, en cualquier lugar, en cualquier momento". Aunque no han revelado cifras específicas, insisten en que la preparación no está en cuestión y que las evaluaciones de capacidades son rutinarias, no carencias.

Las preocupaciones sobre las existencias se vieron acentuadas por el elevado uso en operaciones recientes. En particular, la defensa de la base aérea de Al Udeid en Oriente Medio implicó el disparo de unos 30 interceptores, calificado como la mayor descarga de misiles Patriot en la historia militar estadounidense.

Este gasto en Oriente Medio, según el informe citado, habría exacerbado las preocupaciones de suministro preexistentes y motivado una pausa temporal en los envíos de armamento a Ucrania. La decisión se habría basado en un rastreador interno que mostraba niveles por debajo del mínimo requerido para planes operativos.

La situación en Ucrania es particularmente compleja, ya que enfrenta un aumento quíntuple de ataques rusos este año. La mayor sofisticación de los drones y el uso de señuelos agotan las defensas, llevando a que un número mayor de proyectiles rusos alcancen sus objetivos, según fuentes ucranianas.

Expertos en defensa aérea, como un coronel retirado del ejército estadounidense, han señalado que las carencias en interceptores Patriot ya existían en años anteriores, incluso antes del conflicto en Ucrania, describiendo una práctica de mover misiles entre zonas para cubrir amenazas puntuales.

La producción de estos interceptores PAC-3 MSE es un proceso largo y de considerable coste, estimado en 4 millones de dólares por unidad. Aunque Lockheed Martin trabaja para aumentar la producción, la tasa actual del ejército estadounidense se mantiene en torno a las 233 unidades al año, según los planes para el año fiscal 2026.

Ante este panorama, el Ejército estadounidense ha aprobado un aumento masivo del objetivo de inventario de interceptores PAC-3 MSE, pasando de 3.376 a 13.773 unidades. Además, la demanda es global, con iniciativas como el plan de la OTAN para producir hasta 1.000 misiles en Alemania.

En un giro reciente, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado el envío de armas defensivas adicionales a Ucrania. Tras una conversación con el presidente Zelenski, habría prometido enviar inmediatamente 10 interceptores Patriot y ayudar a encontrar otras fuentes de suministro.

Trump también estaría presionando a Alemania para que venda otra batería Patriot a Ucrania, con la posible participación de Estados Unidos y otros aliados en la financiación. El Pentágono ha confirmado la reanudación del flujo de armamento, aunque sin detallar el tipo o la cantidad más allá de las informaciones periodísticas.

El envío limitado de 10 interceptores a Ucrania, que no altera de forma sustancial ni la defensa ucraniana ni las reservas de EE.UU., ilustra la cuidadosa gestión de las existencias actuales. Estos misiles se estarían racionando para usarse solo contra amenazas que otros sistemas no pueden interceptar.

La situación pone de manifiesto, para Estados Unidos y sus aliados, que los arsenales de armamento podrían estar desajustados a sus ambiciones estratégicas globales, especialmente ante la creciente demanda derivada de conflictos como el de Ucrania y la necesidad de disuasión en otras regiones.