Fuerzas Armadas

Reservistas: el comodín civil para reforzar unas Fuerzas Armadas bajo mínimos

En la actualidad hay 9.520 de especial disponibilidad y 2.969 voluntarios. Las convocatorias de plazas y las activaciones de estos últimos no dejan de incrementarse

Reservistas voluntarios durante la fase de formación militar básica en San Fernando (Cádiz)
Reservistas voluntarios durante la fase de formación militar básica en San Fernando (Cádiz)Ejército de Tierra

Que la «mili» no volverá España es algo que está ya más que claro, a pesar de que muchos países hayan decidido recuperarla de una u otra forma para contar con más efectivos en caso de necesidad ante la situación geopolítica incierta que vive el mundo. Sin embargo, numerosos políticos y mandos militares españoles han descartado en varias ocasiones esta posibilidad, el último de ellos el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón, quien con un «no» tajante cerraba la puerta al regreso del servicio militar obligatorio.

Porque lo que se requiere desde hace muchos años son unas Fuerzas Armadas profesionales, con esa vocación de servicio que se les presupone a los uniformados. Pero eso no quita para que los ejércitos y la Armada necesiten aprovechar conocimientos y habilidades de la sociedad civil que en muchos casos escasean en la milicia. De ahí que, hasta que se materialice el aumento de efectivos que plantea el Gobierno, la clave esté, tal y como destacó el JEMAD, en los reservistas, sobre todo en los voluntarios, ciudadanos que durante determinados periodos de tiempo ponen al servicio de las Fuerzas Armadas sus capacidades. Algo muy necesario actualmente, más si cabe cuando el número de uniformados se ha ido reduciendo año tras año hasta situarse en la actualidad en una de las cifras más bajas que se recuerdan: poco más de 116.700.

Y es por esto por lo que en los últimos años se ha ido recurriendo cada vez más a esos voluntarios para cubrir perfiles que requieren las Fuerzas Armadas, ya sea con el aumento de plazas o las activaciones de los mismos, como muestran las estadísticas oficiales del Ministerio de Defensa.

Los civiles, cada vez más demandados

E irán a más, pues las últimas previsiones del Ejecutivo hablan de incrementar el número de militares en 14.000, eso sí, de aquí a diez años. Cifra esta muy similar al número de reservistas que había al cierre de 2024: 12.489, de los que 2.969 son voluntarios y 9.520 de especial disponibilidad (RED). Y muy parecida también a la merma que han sufrido las Fuerzas Armadas en los últimos 15 años: 13.300 uniformados menos.

13.300 militares han perdido las Fuerzas Armadas en 15 años. Defensa quiere sumar 14.000 hasta 2035

Los primeros son esos ciudadanos de a pie que deciden aportar, de forma voluntaria y temporal, sus capacidades, habilidades y conocimientos, en las diferentes misiones que llevan a cabo las Fuerzas Armadas, en el cumplimiento de la función que la Constitución les asigna y como respuesta a los compromisos asumidos por el Gobierno.

Prácticas de tiro de civiles que ingresan como reservistas voluntarios
Prácticas de tiro de civiles que ingresan como reservistas voluntariosEjército de Tierra

Todos ellos pueden ser llamados a filas si el Ejecutivo lo considera, tanto para cubrir puestos especiales para los que no hay personal militar (sobre todo los relacionados con las nuevas tecnologías o el ciberespacio) como para contribuir a una «situación de amenaza que sea necesaria afrontar». Y se hará, tal y como establece el artículo 29 de la Ley de la Defensa Nacional, «mediante la incorporación a las Fuerzas Armadas de los reservistas que se consideren necesarios», de una forma «gradual y proporcionada».

Baja el número de reservistas voluntarios

Sin embargo, la cifra de ciudadanos que deciden ponerse el uniforme ha ido, al igual que el número de militares, menguando en los últimos años: si en 2014 se contabilizaban 4.938, el pasado año solo eran 2.969. Es por esto que desde la cúpula de las Fuerzas Armadas se insiste con fuerza en la necesidad de reforzar como sea la reserva voluntaria para contar con civiles preparados y adiestrados para, en un momento dado, ser activados y convertirse, por el tiempo que sean requeridos, en militares con todos los derechos y obligaciones.

Es algo que también se ha pedido, por ejemplo, desde el Observatorio de la Vida Militar y que el Congreso de los Diputados ha reconocido en el dictamen aprobado en relación a la última memoria de este organismo, en el que recomienda, entre otros, «aumentar el número de reservistas voluntarios» porque «el aumento y la activación de este recurso humano va a ser fundamental en los años venideros».

Lo que de momento sí está incrementándose son tanto el número de vacantes anuales como las activaciones. En el primer caso, hasta 2018 apenas se convocaban 100 plazas, mientras que ahora son ya 350. Y en el segundo, pasa lo mismo: de poco más de 1.100 activaciones anuales hasta ese mismo año se ha pasado a las 1.630 de 2024. Cifras que demuestran esa escasez de personal en los dos ejércitos y la Armada, sobre todo especializado.

1.630 reservistas voluntarios fueron activados en 2024, cifra que ha ido aumentando año a año

Y esos perfiles que más se demandan son, además de los más técnicos, los relacionados con la logística y la Sanidad (enfermería, medicina, farmacia, odontología, psicología y veterinaria), los cuales siempre han escaseado. Pero ahora más, sobre todo al aumentar las tareas que han de desempeñar los militares, con un considerable incremento de las misiones en el exterior y también en territorio nacional, como han sido, por ejemplo, los despliegues por el coronavirus o la DANA.

Se trata de un colectivo con edades comprendidas entre los 49,3 años y los 51,8 (50,3 de media).

Ciclo de formación inicial de alumnos que aspiran a ser reservistas
Ciclo de formación inicial de alumnos que aspiran a ser reservistasEjército de Tierra

Pero además de los reservistas voluntarios, las Fuerzas Armadas también cuenta con los citados RED. Son efectivos de las escalas de Tropa y Marinería y de complemento que, una vez finalizan su compromiso con las Fuerzas Armadas, al cumplir 45 años, se reincorporan a la vida civil, pudiendo ser requeridos en algún momento. Un grupo muy crítico con Defensa por esa salida «forzosa», que ha ido aumentando año tras año: de los apenas 1.125 de 2018 a los 9.520 que había al finalizar el pasado año. En este caso, su media de edad se sitúa en los 47,2 años.

Dos colectivos estos dos que son claves para cubrir las necesidades de las Fuerzas Armadas, básicamente en el día a día, pero a los que, llegado el caso, podrían sumarse otros dos más. Por un lado, los militares en situación de reserva, los cuales han abandonado el servicio activo pero pueden ser requeridos para determinados puestos. Eso sí, su principal hándicap es la edad: 60,7 años de media. En la actualidad, hay más de 13.000 en esta situación. De ahí que el Observatorio de la Vida Militar reclame la incorporación de los mandos en la reserva para cubrir las vacantes que se vayan produciendo en estos puestos.

Pero hay un último «banquillo» civil susceptible de ser llamado a filas si, ante una grave crisis o amenaza, no fuese suficiente con los efectivos en activo y los anteriores colectivos: los reservistas obligatorios. Son, en concreto, los 3,6 millones de ciudadanos con edades comprendidas entre los 19 y los 25 años. Eso sí, su activación ha de contar con el visto bueno del Congreso.