Barcelona
Adiós tripartito adiós: Aquello no fue un sueño
Mañana hay fútbol, pero quizá también desaparezca el «tripartito», alianza de gobierno que los catalanes no olvidarán
Hoy mis paisanos catalanes irán a votar según sus nobles y respetables convicciones. Al haberme empadronado el último año en Madrid, no ejerceré ese derecho en mi tierra natal por primera vez. Sigo frecuentando el domicilio familiar dónde, el otro día, mi padre, tranquilo jubilado, me comentaba cómo este año ha recibido publicidad de muchas más candidaturas que otros, casi doce ofertas. Las nuevas tienen unas orientaciones mucho más raras que las habituales. Hay desde un partido separatista del ex presidente del Barça publicitado por una actriz porno o hasta un partido de sesgo ultraderechista cuyo líder, un tal Anglada, es de Vich (¿De Vic? Pero si de ahí sólo salían embutidos hasta la fecha).
El cambio en lo que se dio en llamar, sarcásticamente, «el oasis catalán» es evidente. La política catalana es ahora un cuerpo más agitado que el de Belén Esteban. ¿Cómo ha sido ese proceso de transformación? Yo, a fin de cuentas, estaba allí y lo presencié antes de irme a Madrid. Intentemos recordar, recordar… recordar, ah, recordar…
Lunes, 26 de enero, 2004
El vicepresidente Carod Rovira, aprovechando que su jefe ha salido un momento del despacho y que no mira, sale del país y se entrevista en Perpiñán con dos encapuchados. Resulta que eran de ETA y que él no había caído en que, en ese momento, por la ausencia del jefe, era el presidente en funciones. Imagínate que lo secuestran o que lo detiene la policía francesa. Un presidente de nuestra soberbia Cataluña en el zulo, o en un calabozo de la gendarmerie de Saint Tropez. Menudo ridículo histórico.
Jueves, 5 de febrero, 2004
A la vuelta de Perpiñán, con la cabeza gacha porque ni siquiera ha podido evitar que lo pillara la prensa, el vice es destituido por su jefe Maragall, apenas un mes después de haberlo nombrado. Ha batido todos los récords internacionales de brevedad de permanencia en el cargo. Todo un triunfador.
Lunes, 15 de marzo, 2004
Victoria sorpresa de Zapatero en las generales. Los de izquierdas deberíamos estar contentos (al menos en teoría), el problema es que la mayoría absoluta depende de partidos nacionalistas regionales. El hijo de Jordi Pujol está también en política. Da a entender que no se siente español, pero lleva unas patillas de torero como las de Curro Jiménez. Todo esto es muy raro.
Martes, 24 de febrero, 2005
Maragall, molesto por los hundimientos del barrio del Carmelo, acusa a la oposición en sede parlamentaria de cobrar soto mano una comisión ilegal de un tres por cien en todas las obras institucionales cuando gobernaban. Al ser preguntado en qué datos se basa para hacer tal acusación dice que «lo ha leído en el periódico». Artur Mas, el jefe de la oposición de Convergencia, le contesta que «a hacer puñetas».
Miércoles, 17 de febrero, 2006
Por hacer algo y por simular que son patriotas, las fuerzas vivas se ponen a redactar un nuevo estatuto de autonomía. El borrador abunda en errores semánticos, sintácticos y gramaticales como «la igualdad de las distintas» y otras perlas similares. Los filólogos nos llevamos las manos a la cabeza. Preguntado mi amigo Toni, filólogo catalanista, por cómo ha podido ser, me responde lacónico y abatido: «No nos han consultado».
11 de mayo, 2006
Maragall cesa a todos sus ministros de Esquerra Republicana. Liquida el tripartito y dice que ya está harto, que se va a su casa y que se siente muy cansado y con migraña. Luego no recuerda dónde ha puesto las llaves. Convoca elecciones para noviembre.
Domingo. 18 de junio, 2006
Se vota, mientras tanto, el nuevo estatuto. Un amigo que está dentro del gobierno socialista nos comenta confidencialmente que, si la participación no supera el cincuenta por cien, en los gabinetes políticos se considerará un fracaso. La participación se queda en el cuarenta y nueve pero, al día siguiente, toda la prensa catalán disimula y habla de triunfo abrumador. Los catalanes somos siete millones, el estatuto lo han votado favorablemente sólo un millón ochocientos mil. A pesar de ello, se habla de «la voluntad de Cataluña». Todos nos preguntamos quién debe ser esa señorita tan voluntariosa que nadie es capaz de presentarnos.
29 de julio, 2006
Motín espontáneo en el aeropuerto de Barcelona. Huelga salvaje e imprevista que atrapa en la terminal al propio consejero del Interior, Joan Saura, cuando se iba de vacaciones con su señora (que, mira tú qué casualidad, es precisamente también la secretaria general de su pequeño partido). Preguntado por los reporteros, dice que él no sabe nada, que está allí sólo como turista y que él no tiene nada que ver. Todo un estadista.
Noviembre, 2007
Maragall anuncia públicamente que padece alzhéimer. También durante todos los años de Convergencia había quien afirmaba tener datos firmes de que Pujol padecía el síndrome de Tourete (un trastorno obsesivo-compulsivo) porque sabía en qué lugar de Alemania compraba a escondidas su medicación, que no se fabricaba en España. Toda esta rumorología es muy habitual en Cataluña (país muy pequeño donde se conoce todo el mundo) y luego nadie sale con ningún dato firme a la luz.
Sábado, 17 de mayo de 2008
Montilla ha sustituido a Maragall. Entre los mil quinientos informes encargados en plena crisis por valor de 30 millones de euros a personas ajenas al Gobierno, algunos de ellos pagados antes de su entrega (lo nunca visto), hay uno sobre seguridad en China. El departamento de interior lo explica: «Hay que mejorar el conocimiento de aquella zona por parte de la sociedad catalana».
Viernes, 30 de octubre de 2009
Joan Oliver, antiguo presentador de tele, encarga espionajes con dinero del Barça a los posibles rivales de Laporta. Para protegerlos, dice. El juez Garzón encarcela a dos antiguos ministros de Pujol y a tres socialistas por trabajar juntos en una trama de comisiones ilegales. Al padre del jefe de la oposición Hacienda le ha detectado dos millones de euros evadidos fiscalmente en Liechtenstein.
Domingo. 14 de noviembre, 2010
Puigcercós, el sustituto de Carod Rovira, se calienta la boca en la campaña y dice, sin aportar ningún dato, que la culpa de todos nuestros males la tienen los madrileños y los andaluces. Lo del Real Madrid se entiende, pero ¿por qué siempre los catalanes la tomamos con los andaluces? ¿Qué nos han hecho? Si fue su trabajo el que levantó a Cataluña.
Cataluña, llevada por la vitalidad abnegada de sus gentes, sobrevivirá desde luego a sus gobernantes. Pero un vistazo a ese progresivo pozo sin fondo de fango y vodevil, me ha hecho recordar la capital pregunta del título en aquel inolvidable libro de Michael Moore: «¿Qué le han hecho a mi país, tío?».
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