Caso Marta del Castillo
«Marta podía estar viva cuando la tiraron al río»
MADRID- El tensiómetro fue una de las pruebas clave del juicio por la muerte de Marta del Castillo porque tenía muestras de ADN de Carcaño y «El Cuco». Los dos implicados en la desaparición de la joven sevillana utilizaron el dispositivo en el domicilio de Camas, después de que el asesino confeso, condenado a 20 años por el crimen, golpeara a Marta con un cenicero en la cabeza.Sin embargo, los investigadores se quedaron en el análisis del dispositivo con el objetivo de encontrar muestras de ADN de los implicados.
Durante las sesiones del juicio, Antonio del Castillo se dio cuenta de que el tensiómetro tiene una memoria que no se había comprobado, pero ya nadie no tenía acceso a la prueba, porque según sus palabras, «se rompería la cadena de custodia». «Hubo un fallo en los inicios de la investigación que pasó por alto esta posibilidad», afirmó.
Fallo policial
«Hace más de un año le comuniqué el error a un jefe policial y me dijo que se había investigado, que funcionaba y se había comprobado, pero no era cierto», lamentó el padre de Marta.
Días antes de hacerse pública la sentencia de la Audiencia Provincial de Sevilla, Del Castillo anunció a este periódico que cuando se conociera la decisión del juez hablaría de «una nueva línea de investigación que lo podía cambiar todo». Esta novedad fue uno de los puntos que el padre de Marta le trasladó a la nueva delegada del Gobierno en Sevilla, Carmen Tovar, en el transcurso de una entrevista. De ese encuentro, salió el compromiso de celebrar un encuentro con los nuevos cargos directivos policiales, en el que Antonio expondrá sus teorías y se barajará la posibilidad de volver a investigar el tensiómetro. Además, la delegada del Gobierno le trasladó su intención de volver a buscar el cuerpo de la niña en la zona de Camas, donde el abuelo, José Antonio Casanueva encontró una manta semienterrada en un arroyo y varias bolsas de plástico industriales como las que utilizaron Carcaño y «El Cuco» para envolver el cadáver de Marta antes de deshacerse de él.
Desde la desaparición de Marta, su padre no ha dejado de trabajar para conseguir las pruebas que los implicados se han dedicado a ocultar. La revisión del tensiómetro despejaría muchas dudas, según explica: «Si se hubiera mirado habríamos sabido si Marta estaba viva o no. Carcaño podía haber mentido y haber tirado a mi hija al río cuando todavía estaba viva. En el caso de que se confirmara esta situación, en lugar de encubridores habría asesinos. El tensiómetro puede guardar la fecha y la hora en la que fue utilizado, y los resultados. También podría servir para contrastar las horas y saber si los implicados mienten o no y si el testimonio de María García, que les ha servido de coartada, es falso».
Investigación aparte, los padres de Marta expresan constantemente su agradecimiento por el apoyo popular en la protesta del pasado martes en el tercer aniversario del asesinato de su hija. Lo que no esperaban es que la solidaridad llegara tan lejos. La cuenta abierta para recaudar fondos ha recibido numerosos ingresos. La familia no quiere hablar de cifras porque sólo les preocupa encontrar un auditor que confirme que todo es transparente.
«El Cuco» no quiere pagar la búsqueda
El abogado de Francisco Javier García Marín, conocido como «El Cuco», ha recurrido la sentencia que condena a su cliente al pago de 414.000 euros por el coste de las tareas de búsqueda del cuerpo de la joven en el Guadalquivir, al entender que «no puede ser motivo para imponer la condena a abonar tales gastos el resultado de encontrar o no el cuerpo de la víctima, pues ello no depende» del acusado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar