Bolivia
El Senado logra destituir al presidente Lugo
Sus aliados iberoamericanos lo califican de «golpe de Estado encubierto»
La decisión que el Senado paraguayo tomó el jueves no quedó en papel mojado y ayer se produjo el juicio a su presidente, Fernando Lugo. Las fuertes acusaciones a las que se enfrenta por «mal desempeño en sus funciones» y los choques con sus aliados moderados en la Cámara Alta dejaron al ex obispo sin terminar su mandato presidencial.
Lugo optó por no acudir a su propio juicio y dejarlo en manos de sus abogados no sin antes acusar al líder opositor Horacio Cartes de estar detrás de la decisión del Congreso, considerándolo un «golpe de Estado exprés», y presentar una «acción de inconstitucionalidad, pues deberían alargarse los procesos». De hecho, su abogado, Adolfo Ferreiro, según cita el diario «La Nación», solicitó un plazo mayor –de 18 días– para la defensa, algo que le fue denegado. Tan sólo cinco horas después, el Senado dictó sentencia: «Se declara culpable al acusado Fernando Lugo Méndez, y por lo tanto queda separado de pleno derecho de su cargo», anunció uno de los secretarios de la Cámara Alta.
Por una mayoría aplastante, –39 senadores votaron por su condena y cuatro por la absolución–, el presidente Lugo era destituido y el vicepresidente, Federico Franco, asumía el poder en Paraguay en la misma jornada.
La sociedad paraguaya se mostró ayer dividida y miles de ciudadanos se agolparon frente a la plaza del Congreso Nacional en señal de rechazo. La comunidad internacional tampoco tardó en reaccionar a este insólito juicio político, consecuencia de la muerte de 17 personas hace ocho días durante un desalojo de campesinos «sin tierras» en una hacienda en Curuguaty, donde fallecieron seis agentes y 11 labriegos.
Condena internacional
Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como Unasur realizaron reuniones de urgencia y amenazaron con medidas de respuesta e incluso con romper relaciones con el nuevo Gobierno. Hubo mandatarios que lo calificaron de «golpe de Estado encubierto». Los más críticos, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, exigieron a la OEA no reconocer al nuevo gobierno y prácticamente toda la comunidad iberoamericana cerró filas en defensa del ya ex presidente Lugo.
Ocho días de crisis «campesina»
15 de junio
Lugo destituye al ministro del Interior y al comandante de la Policía tras la muerte de seis agentes y once campesinos.
18 de junio
Organizaciones de campesinos le exigen al Gobierno que «dé la cara» .
20 de junio
Lugo anuncia una comisión especial para investigar la matanza.
21 de junio
El Partido Liberal apoya la tramitación del juicio político contra Lugo, que fue aprobado por 76 votos a favor y uno en contra.
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