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Otro fiasco de la ONU por Juan Roldán

La Razón
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La salida del ex secretario general de la ONU Kofi Annan como enviado especial a Siria con el mando de llevar a cabo una misión diplomática para la que obviamente no estaba preparado –como era la de intentar pacificar el conflicto sirio– se preveía desde hace varias semanas.

Durante su largo periodo en la secretaría general de Naciones Unidas, el diplomático africano no se caracterizó por sus dotes de negociador o de mediador y su gran fracaso fue impedir las varias guerras desatadas en el continente, desde Sudán hasta el Congo pasando por Ruanda, los enfrentamientos en las antiguas colonias europeas que provocaron millares de muertos en guerras civiles o vecinas. También le pesa su fallida actuación en la guerra de Bosnia.

Lo más cercano que ha estado Annan del mundo árabe y musulmán fue su patrocinio de la idea hispano-turca de la Alianza de Civilizaciones que puso en marcha el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, con la donación de un millón de dólares a la secretaría general de Annan. De los trabajos de la Alianza de Civilizaciones, que se ha reunido varias veces en España y Turquía, no se conoce ningún fruto.

En los últimos años, no se ha visto a Annan interesado o participando de alguna manera en los conflictos vividos en el norte de África por la Primavera Árabe. Ni en Túnez, donde se inició, hasta Egipto o Libia o Marruecos, Kofi Annan ha mostrado algún interés y menos presencia en esos países.

Por eso fue una sorpresa cuando el actual secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, le designó para una labor de mediación en Siria hace unos meses. Su salida ayer de la misión no ha extrañado en la comunidad diplomática internacional.