Sevilla

Otra Davis por Lucas Haurie

La Razón
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Sucios tiempos, en los que todo tiene una traducción crematística. Los dos principales partidos nacionales celebrarán congresos en Sevilla y enseguida se vierte el estudio del dinero que reportarán a la ciudad. Es lugar común que el buen informe debe satisfacer a quien lo encarga, por aquello de que el cliente siempre tiene razón. También saben los políticos reclamar la mirada sobre el impacto que les interesa, el bueno, porque estas tenidas partidarias son aquí para animar a la afición de cara a los comicios autonómicos y nadie se ha entretenido en cuantificar cuánto nos cuesta la broma de habernos colado por el artículo 151, con nuestras elecciones separadas de las municipales y todo. Con el gasto de bocadillos de los mítines, sobrevive el sector turístico de la provincia durante seis meses pero ellos se recrean en la suerte de compararse con un Nadal cualquiera que venga aquí a hacer un bis de la Davis y se llenarán ahora los bares de militantes como en diciembre se llenaron con la barra brava de Nalbandián. Todavía querrán que les estemos agradecidos porque nos dejan las migajas de los banquetes que sufragan nuestros impuestos. Les ofreceremos diez doncellas bien criadas para que los líderes se solacen entre ponencia y ponencia.