Castilla y León
Herrera espabila a su Gobierno con un exigente programa de trabajo
Trabajo, trabajo, trabajo. Fue, sin duda, la palabra más repetida por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, durante el acto de toma de posesión de sus nueve consejeros, bajo un sol de justicia en el patio del Colegio de la Asunción. Allí Herrera lanzó varios mensajes contundentes para su Ejecutivo.
El primero y más certero, «quiero un Gobierno ejemplar, donde no haya motivo para la crítica o el escándalo público». Pero no se quedó ahí, ya que aseguró que el reto del nuevo Consejo de Gobierno debe ser «mover el árbol que lleve a la recuperación económica», dado que, recordó, éste no es un equipo provisional, sino que debe trabajar cuatro años para «enderezar el rumbo», en una clara contraposición con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
En este contexto, Juan Vicente Herrera, volvió a aludir al protagonismo de todos en ese empeño, el de superar la mala situación económica: «¡ay! de aquellos políticos que crean que son ellos los que crean empleo», no obstante, sí apuntó que «ya lo creo que lo podemos favorecer». Herrera repasó los grandes servicios públicos que presta la administración autonómica y el propósito de impulsar un nuevo modelo territorial, a partir de una ordenación y gobernanza diferente.
Cercanía a la sociedad
Juan Vicente Herrera aludió también al «impass» de los dos últimos meses como consecuencia de la campaña electoral y la composición de las instituciones de Castilla y León, por lo que animó a sus consejeros a «comenzar a devolver con trabajo ese caudal de confianza que depositaron los castellanos y leoneses en nosotros». ¿Cómo? Juan Vicente Herrera fue claro. Entregó a todos ellos su programa de gobierno en un lápiz de memoria que deberán desgranar, en sus pertinentes comparecencias ante las Cortes, entre la segunda quincena de julio y finales de agosto.
En este sentido, aquellos consejeros que permanecen en el mismo cargo que en la anterior legislatura acudirán en primer lugar, y los que acceden y quienes asumen nuevas competencias lo harán en último término. El reto, insistió Herrera, es «imponer a sangre y fuego» un objetivo, el de conectar con las preocupaciones del resto de la sociedad, a partir de la «coherencia». En este contexto, Herrera señaló que «hay que enfrentar los problemas», tras lo que indicó que «no quiero un gobierno que se refugie en los despachos».
Tras el multitudinario acto, en el que se dieron cita los familiares de los consejeros -a quienes Herrera agradeció su presencia y avisó de los sacrificios venideros por los cargos-, los integrantes de la junta de consejeros con el presidente a la cabeza abordaron lo que él prometió en su discurso de investidura: un Código de Austeridad que permitirá atajar los gastos de protocolo y por el que, por ejemplo, todos los consejeros informarán de sus bienes al iniciar y finalizar su labor.
Ajuste de equipos
Por otra parte, Herrera también les invitó a agilizar la confección de sus equipos dentro de las consejerías, que deberán estar cerrados el próximo 7 de julio. Muchos de los que continúan señalaron que harán retoques, si bien el mayor condicionante será el de la rebaja de altos cargos de la Junta en un 20 por ciento.
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