Barcelona

El PSOE se hunde en el primer «stress test»

Se cumplieron los peores augurios. De nada sirvió que los candidatos marcaran distancias con el drama nacional, ni que Zapatero anunciase su retirada, ni que algunos candidatos vetaran a los líderes nacionales en sus campañas...

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Todo fue inútil. La gestión de la crisis económica hundió al PSOE en la depresión profunda en la que fue, sin duda, su peor noche electoral de los últimos diez años. El partido del Gobierno anotó su peor dato en unas municipales, y el de la oposición se impuso con más de 9 puntos de ventaja, el doble de su mayor diferencia. Victoria histórica, por tanto, para los de la gaviota y derrota mayúscula para los del puño y la rosa, que no aguantaron el primer «estrés test» al que se enfrentaban tras la tormenta de la crisis económica y los casi 5 millones de parados.
 Se despeñaron hasta perder todo el poder territorial que ostentaban desde 2007 y todos sus feudos, incluida Castilla-La Mancha y los Ayuntamientos de Barcelona y Sevilla. Al cierre de esta edición, los datos que llegaban al Comité Electoral parecían salvar de la quema el gobierno extremeño que Guillermo Fernádnez Vara podría mantener en coalición de IU. Pecata minuta para lo que se había perdido.

¿Y ahora qué? De momento, el presidente Zapatero asumió anoche la derrota en primera persona en una comparecencia que no estaba prevista en la calle Ferraz y en la que dejo clara su intención de agotar la Legisaltura hasta marzo de 2012. . «No por agotarla, sino por afrontar las reformas que España necesita», dijo. El secretario general del PSOE, que achacó el resultado a la crisis y el desempleo, calificó de «razonable el castigo recibido» y dijo «asumirlo y respetarlo». Con él asumieron la puesta en escena de la responsabilidad de la derrota Manuel CHaves, José Blanco, Leire Pajín, Elena Valencia y, José Antonio Alonso, entre otros.
Y mientras el presidente dejaba claro, escoltado por su círculo de confianza que agotará el mandato, no fue igual de tajante cuando se le preguntó por la posibilidad de que el PSOE se vea obligado a afrontar un Congreso Extraordinario en lugar de las primarias que inicialmente estaban previstas para elegir tan sólo candidato a 2012.,

Y es que hay muchos que dada la contundencia de la derrota sospechan que unas elecciones primarias sirvan para desangrar al PSOE e inmubuirle en una lucha cainita por el poder. Lo que está en juego no es sólo el liderazgo, sino el rediseño de todo un proyecto político , Y la mejor forma de resolverlo es un cónclave que elija a la vez candidato y secretario general. Parece evidente, pues, que este asunto ocupará hoy buena parte de la reunión de la Ejecutiva Federal y que en los próximos días el diseño inicialmente previsto para resolver la sucesión podría sufrir cambios notables.

De la depresión a la lucha por el poder interno
No es que el PSOE vaya a entrar a patir de hoy en la depresión profunda, es que ya lo está. Hace meses que barruntaba un durísimo varapalo de la ciudadanía como consecuencia de la crisis económica. Candidatos a alcalde y a presidente autonómico sabían que serían ellos los paganos de la gestión de Zapatero. Y no se equivocaron. Así que a partir de hoy se abre, además de la incógnita sobre el sucesor de Zapatero un incierto panorama orgánico en el que se librará una batalla por el poder interno que podría acabar en congreso extraordinario.