Acciona

La CNMV obliga a comunicar todas las posiciones cortas

La nueva normativa será efectiva a partir del próximo 10 de junio

La Razón
La RazónLa Razón

MADRID- El Comité Ejecutivo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), reunido ayer en sesión ordinaria, acordó adoptar las medidas sobre comunicación y publicación de posiciones cortas propuestas por el Comité Europeo de Supervisores de Valores (CESR), que busca unificar las obligaciones de comunicación de posiciones cortas en todos los mercados europeos. La nueva normativa, que entrará en vigor a partir del próximo 10 de junio, extenderá la obligación de comunicación a todas las posiciones cortas sobre cualquier acción o cuota participativa de cualquier empresa cotizada, y no sólo a los valores del sector financiero como hasta ahora. De esta manera, la exigencia sólo afectaba a Banco Santander, BBVA, Popular, Banesto, Bankinter, Sabadell, Guipuzcoano, Pastor, Banco de Valencia, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Mapfre, BME, Renta 4, Grupo Catalana Occidente e Inverfiatc.El organismo presidido por Julio Segura también ha elevado los requisitos de información al supervisor, fijando como obligatorio que los inversores comuniquen a la CNMV todas las posiciones cortas, siempre que la operación supere el 0,2% del capital admitido a negociación, frente al 0,25% actual. «Una vez comunicada la posición, deberá actualizarse mediante una nueva comunicación cada vez que se traspase (al alza o a la baja) una décima de punto porcentual el capital emitido», señaló el regulador en una nota de prensa.No obstante, la CNMV sólo publicará de forma inmediata las notificaciones recibidas que excedan el 0,5% del capital admitido a negociación del emisor. Para información del mercado, publicará, al menos quincenalmente, la agregación de aquellas posiciones cortas que se sitúen entre el 0,2% y el 0,5% del capital.Vender para recomprarEstas posiciones están ideadas para obtener beneficio ante los descensos en el precio de las acciones sobre las que se declaran. Se toman cuando el operador o inversor cree que el precio del activo está sobrevalorado y va a bajar, en cuyo caso procede a su venta con la intención de recomprarlo por un precio inferior y lograr así ganancias.