Isabel Rey: «Soy una desatascadora de lagrimales» por Amilibia

–Veinticinco años en los escenarios. ¿Qué ha aprendido?
–A dominar la voz y un poco a los tenores.
–¿Qué hay más inaguantable que un tenor?
–Dos tenores. Y un director de orquesta que no sabe lo que hace.
–Se declara viciosa del aprendizaje. Hábleme de sus otros vicios...
–El chocolate al 70 % de cacao. También las manualidades: coser, bordar, ganchillo.
–¿La llaman mucho del Teatro Real por ser Rey?
–No, pero tengo una peña de fans que se declaran monárquicos isabelinos.
–Dice que el tenor es el rey de la ópera porque su voz activa las endorfinas, sustancia narcótica. O sea, que los tenores «colocan»...
–Sí, la voz del tenor es adictiva. Por eso las sopranos no tenemos nada que hacer.
–¿Qué tenor le activa las endorfinas?
–Jonas Kaufmann.
–¿Qué activa su voz?
–La emoción. Mi voz hace llorar, soy una desatascadora de lagrimales.
–Se ha comprado una máquina de coser. ¿Qué hace una soprano con...?
–Soy corpulenta y estoy harta de que se me abran las camisas. Voy a hacerme camisas.
–¿Haría un dúo con Julio Iglesias o con Raphael?
–Con Raphael, sin duda. Esta misma noche. Le admiro.
–Rechazó una opera porque no quería salir ligera de ropa...
–No le encontré sentido.
–Ha perdido pudor y ya puede besar en el escenario, dice.
–Me costó hacerlo durante décadas. Ahora ya puedo... bastante bien.
–Quizá lo pasó mal besando a algún tenor...
–No todos se lavan los dientes antes de salir a escena. Lo pasé muy mal con uno que comía pizzas con ajo.
–De gracias a que no las comía con chiles...