Primera División

Equipos Primera División

La Copa de los otros

La Razón
La RazónLa Razón

Se salieron del guión, hubo jugadores del Regal Barcelona que estaban invitados a la fiesta de la final, pero su papel tenía que ser secundario. Eso era lo que venía en las previsiones, pero parece ser que no les gustó. No hablo de Navarro, Suárez, Sergio, Tomic, Mirotic, Morris... No se trata de ninguno de los que todos esperábamos. Hablo de Sada y de Grimau. Su saber estar, su defensa, su generosidad y su intensidad fueron las claves de la final. Dos de los jugadores de la casa son mucho más importantes de lo que todo el mundo cree.
A los secundarios de Xavi Pascual se sumó la capacidad anotadora de Anderson mientras Navarro permanecía ausente. Eso se debió a que el Madrid sí se ciñó al guión en el apartado defensivo. Defensivamente hicieron lo que debían. Primero Prigioni y luego Llull obligaron a Juan Carlos a sacrificarse. Como el escolta es muy inteligente y sabe leer el juego como pocos asumió su nuevo rol. Se preocupó de distraer a sus defensas y que otros brillasen. Ése fue el mérito del Barça, saber adaptarse a la propuesta que hizo el Madrid y no descentrarse. Todo el equipo cumplió. La final fue la muestra de que el mejor equipo termina siendo aquel que saca partido de todos sus jugadores. Se trata de exprimir al máximo las cualidades de todos. Y cuando digo a todos, me refiero precisamente a eso, todos sin excepción.