Las sensaciones han cambiado por Juan Antonio ORENGA

Las sensaciones han cambiado. Esta frase es la que mejor explica la situación en la que estaba la Selección en la primera fase y cómo queda ahora después de ganar a Grecia. Todo fue distinto con la amenaza de los cruces, del enfrentamiento a vida o muerte. Visto lo visto, creo que la FIBA debería de liberar a España de la fase de grupos y dejar que sólo entremos en competición en el cara a cara por las medallas.
El partido fue muy complicado, como era de esperar, pero me queda la sensación de que lo planteamos muy bien. Nuestra línea exterior estuvo muy completa en ataque, anotando cuando la situación lo requería. En este punto no me queda más remedio que hacer una mención especial a Juan Carlos Navarro. Nuestro capitán ha asumido la responsabilidad en los momentos finales. Tomando la pelota y cerrando el partido sin fallo en los tiros libres. Cuando los nervios aprietan, él es el jefe.
Uno de nuestros máximos temores era Schortsanitis, al que Fran Vázquez ha salido del banquillo para pararle perfectamente. No es tan pesado como el griego, pero lo ha secado totalmente.
Ha habido muchas cosas distintas a todos los encuentros disputados en Izmir. Cuando el asunto se puso complicado nunca nos hemos desconcentrado, un error muy habitual en la primera fase y que nos costó los dos disgustos en forma de derrotas.
Ayer, en los momentos críticos supimos leer muy bien los ataques. Sin enloquecer, dejando pasar el tiempo de posesión y seleccionando bien el mejor tiro disponible.
El acierto en las rotaciones ha sido otra de las claves del éxito. Gracias a nuestro «fondo de armario», nuestros jugadores han llegado muy frescos al final. Los helenos, por el contrario, estaban fundidos, ya que sus suplentes fueron sólo un elemento decorativo. Nuestra segunda unidad ha sido decisiva al completo. Llull, Mumbrú, Raúl, Reyes y Vázquez nos han dado justo lo que necesitábamos en cada momento.