Fotos con mirada de pintor

La Fundación Mapfre presentó ayer por primera vez en España la obra del fotógrafo Gotthard Schuch (1897-1969). Un total de 113 fotografías, noventa y tres de ellas del autor, y veinte adicionales de su compañeros Robert Frank, Werner Bischof, Jacob Tuggener y René Groebli, un espectacular elenco de fotógrafos todos ellos miembros del Colegio de Fotógrafos Suizo en los años cincuenta.

Gotthard Schuch es uno de los fotógrafos suizos más importantes del pasado siglo por su activismo en la revolución estética de la fotografía al final de los años veinte, un movimiento que buscaba una nueva visión apoyada en el entonces floreciente fotoperiodismo. La exposición comienza mostrando los años tempranos de autor cuando, tras abandonar su prometedora carrera como pintor, se dedica en cuerpo y alma a la fotografía y fue contratado en la revista Zürcher Illustrierte.

En su afán por escapar de la cotidianeidad de su actividad y de las normas del Colegio de Fotógrafos Suizo, Schuch viaja a lo largo de los años treinta a París en busca de un estilo propio donde finalmente el realismo se hace lírico con grandes cargas de expresividad emocional y sensibilidad psicológica a partir de ambientes de profundo contenido. Destaca en la muestra la belleza de la obra realizada en Indonesia en plena Segunda Guerra Mundial, de la que nace su libro Isla de los dioses, un documento en forma de relato entre lo real y lo onírico cuya carga poética le hizo destacar en una escuela cuyo objetivo era renovar la fotografía como medio subjetivo de presión artística.

Mapfre nos obsequia con esta muestra antológica cargada de un realismo poético lleno de misterio donde destacaría el erotismo que vibra de mano de la mujer amante a lo largo de escenas nocturnas. Schuh bombea vida en sus instantáneas y convierte lo interpersonal en su tema por excelencia, donde la expresión emocional está comprometida con la verdad interior.

Un viaje artístico
Los viajes de Fernando Bellver
Pintor, grabador y escultor, se considera aprendiz de todo y maestro de nada, aunque la evidencia y reconocimiento no le avale. Este Premio Nacional de Arte Gráfico y de Grabado cada poco tiempo nos sorprende con su original obra, donde destaca el simbolismo y el humor. Ayer inauguró en Tiempos Modernos este insólito diario sobre sus viajes. Trece aguafuertes y once esculturas, homenaje a las ciudades que ama. Madrid, París, Londres, Nueva York, El Cairo, Sevilla, Habana, Londres, Roma, Ámsterdam, Berlín son algunas de las paradas de este viaje artístico. Bellver viaja siempre muy bien acompañado, se trata de una plancha con la que va realizando cada grabado en la ciudad de destino. Aficionado a coleccionar sobreros de las ciudades que recorre ha convertido cada uno de ellos en esculturas de bronce rematándolos en su copa por el skyline de la ciudad. Desde Nueva York con sus Torres Gemelas y su Empire State, hasta el bombín de Londres rematado por el Big Ben. Bellver no se pone el mundo por montera pero servidora se quita el sombrero ante su obra.
Dónde: Tiempos modernos. Calle Arrieta, 17.