Mas se explica por Eduard Escartín

El discurso del presidente de la Generalidad, Artur Mas, ante la grave crisis económica es de lo más confuso. Tan pronto aplaude la reforma laboral de Rajoy como insiste en una deuda incobrable; primero porque no hay dinero, luego porque esa deuda es en virtud de un precepto estatutario invalidado por el Tribunal Constitucional referente a un pacto fiscal fuera de la Lofca. Y, como música de fondo, tenemos la amenaza separatista del estado propio.

Pues bien, semejante líder irredentista desaprovecha la magna ocasión que le ofrecía el día 2 de mayo lo mejor de las finanzas de Europa en el palacio de la Generalidad para explicar los agravios catalanes. Como mínimo podría haber desarrollado esos temas con los que nos machaca los oídos todos los días: la transición a… (¡adivinanza!), el derecho a decidir, el desenganche de España, Cataluña nuevo estado de la Unión Europea, etcétera. Pues nada de nada, soltó un anodino y equilibrado discurso que hubieran firmado los ministros De Guindos o Montoro. Es de resaltar que la Prensa adicta ha silenciado el discurso de Mas, cuando en otras ocasiones aplaude las opiniones del líder aunque sea en una «costellada».

Una vez más, queda constatado que la «problemática» catalana no se puede ni esbozar en un foro europeo y esto lo sabe Artur Mas y calla prudentemente.

En conclusión, ahora tenemos por parte del gobierno catalán un lenguaje para Cataluña, otro para Madrid y un tercero para Europa. Francamente, aunque sea en inglés, prefiero el último.