Europa

Berlín

Moncloa espera que Monti mueva ficha y pedir juntos la ayuda al BCE

El presidente pide a Merkel que del Consejo de hoy salga el mensaje de que se avanza en la construcción europea

Mariano Rajoy y Angela Merkel se reunieron ayer en Bucarest. Durante los 35 minutos que duró su encuentro no hablaron del rescate
Mariano Rajoy y Angela Merkel se reunieron ayer en Bucarest. Durante los 35 minutos que duró su encuentro no hablaron del rescatelarazon

MADRID/BUCAREST – ¿Qué está en último término condicionando el calendario de la decisión del Gobierno de pedir una línea de crédito «preventivo» al Banco Central Europeo (BCE) para que intervenga en el mercado secundario de bonos y contribuya a seguir enfriando la prima de riesgo? Ésa es la gran pregunta y tiene varias respuestas que en su mayoría confluyen en un punto: Berlín.

En la negociación entre bambalinas hay un último elemento de peso que determina el desenlace del proceso: Alemania, que en principio no quiere que el fondo de rescate sirva para rescatar nada, entiende que, de no quedar otro remedio, las peticiones de ayuda deben gestionarse de manera conjunta, todas a la vez... Es decir, el mensaje que ha llegado al Gobierno de Rajoy es que Berlín no quiere «abrir un melón» con España –difícil de gestionar en cualquier caso ante su opinión pública– para a las pocas semanas volver a tener que gestionar de nuevo tan impopular debate. En suma, que Alemania prefiere una solución conjunta para España e Italia. Y ante esta situación, nuestro Ejecutivo está a la espera de que los italianos «se den cuenta de que son lentejas».

La otra gran incógnita son las condiciones que implicará esa línea de crédito «preventiva». Desde Madrid se limitan a insistir en que la negociación sigue abierta –el plazo que se dan es de varias semanas–, pero que, en cualquier caso, la asistencia financiera mediante la línea de crédito tendrá un impacto «menor» en los ajustes. «En principio, el objetivo es que haya unas condiciones suaves. Más supervisión, por supuesto; pero que los ajustes se correspondan con las recomendaciones que hizo el Consejo Europeo el pasado 10 de julio», sostienen fuentes gubernamentales. Desde la Cancillería alemana precisan que es inevitable que si se solicita la intervención financiera del MEDE, por «virtual» que sea, se fije, tras una negociación con el Estado miembro afectado, un programa de reformas y ajustes al país perceptor.

En este ambiente marcado por la sensación de que ha empezado la cuenta atrás para el rescate el presidente del Gobierno se reunió ayer en Bucarest con la canciller alemana, Angela Merkel, en el contexto de la cumbre del Partido Popular Europeo (PPE) previa a la reunión de hoy del Consejo Europeo. En la agenda oficial mandaba como asunto principal el cumplimiento de los acuerdos de la cumbre de la UE de junio. Sobre todo, en lo que afecta al interés español, el calendario de ejecución de la unión bancaria.

Merkel acude al cónclave decidida a darle otra vuelta de tuerca a la unión fiscal, es decir, que se consoliden los esfuerzos de contención del déficit. Pero es mucho menos colaboradora en lo que afecta a la recapitalización de la banca. Por ejemplo, de partida Berlín llega con un «no» bajo el brazo a la posibilidad de aplicar con efectos retroactivos la recapitalización bancaria y con el apoyo de Bruselas y del BCE para que el supervisor único no esté realmente a pleno funcionamiento hasta 2014 –en teoría debería estarlo a principios de 2013–.

Durante su encuentro con Merkel, que duro 35 minutos, Rajoy pidió a la canciller alemana que salga un mensaje de que se tiene que seguir avanzando en la construcción europea. Fuentes de Moncloa informaron de que Merkel sí está de acuerdo en la necesidad de trasladar ese mensaje de que se avanza en la construcción de Europa. Sin embargo, difieren en las cuestiones en las que ponen el acento. Ambos hablaron del documento que han realizado los cuatro presidentes –Van Rompuy, Mario Draghi, Durao Barroso, Jean Claude Juncker– para esta cumbre y Rajoy subrayó más la parte en la que se aborda la Unión Bancaria, mientras que la canciller puso el acento sobre la unión fiscal. No obstante, al Gobierno español le gusta el documento y a Alemania le gusta «un poco menos».

De lo que no se habló fue del rescate. No estuvo encima de la mesa del encuentro con Merkel y prácticamente se hacía presente sólo en las preguntas de los periodistas. La delegación española mostró su confianza hacia la concreción de la unión bancaria y sobre cómo se desarrollará hoy el Consejo Europeo, y fuentes gubernamentales rebajaban las expectativas del rescate para España.

El secretario general del PPE, Antonio López-Isturiz, que se presenta hoy a su reelección, mostró su confianza ante la labor que está desempeñando el Gobierno para que éste no se tenga que pedir. La unión bancaria y el crecimiento fue el tema de fondo del cónclave de los populares europeos.