Copa del Rey

Barcelona

No llora

La Razón
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José Luis González González es uno más de los árbitros patrocinados por Victoriano Sánchez Arminio, el jefe del Comité Nacional –ya no se les debería llamar colegiados, puesto que no existe la denominación de Colegio– y presenta candidatura a ascenso. Todos aquellos –trencillas tampoco, porque ya no usan la chaquetilla con el reborde que les daba nombre– que suelen equivocarse a favor de los grandes acaban mejorando su puntuación. No es lo mismo errar en favor del Real Madrid o del Barcelona que hacerlo por el Sporting.
En los últimos años, al Valencia, que se ha quejado de los arbitrajes del Santiago Bernabéu, le han llamado llorón. Si ha sido Fermín «el del banderín» quien le ha birlado una eliminatoria de Copa del Rey, se ha dicho que son cosas del arbitraje. Que Pinto no fuera expulsado no va a ser causa de lloro valencianista. Esta vez tiene quienes le escriban. El error de González González no va a ser causa de apoyo al club valenciano, sino reproche al Barcelona.
En el fútbol español, en muchas ocasiones, hay que preguntarse aquello de a quién beneficia. No es que el Real Madrid salga favorecido directamente, pero sí moralmente, porque ver caer al Barça siempre es motivo de satisfacción. José Mourinho ha vuelto a ejercer de ventrílocuo. Por boca de un tal Eladio Paramés ha hablado. Al Valencia no se le defiende en Madrid por hacer justicia. El fútbol es la guerra por otros medios. A fin de cuentas, según el escritor mexicano Juan Villoro, sólo hay dos juegos universales: la guerra y el fútbol.
Posdata. La revancha en el Camp Nou, vana ilusión.