Valencia
Blanco admite la labor de planificación de Cascos
Poco más de media hora de viaje bastó a la comitiva para comenzar a paladear las ventajas del AVE. Silencio y confort. Éstas son las dos principales características que destacaron los que tuvieron el privilegio de asistir a esta preinauguración del AVE Madrid- Valencia.
En 36 minutos el tren de alta velocidad recorrió los 98 kilómetros que separan el túnel de Hoya de Rueda (Cuenca) y la estación provisional del AVE de Valencia, la Joaquín Sorolla. Ayer fue la primera vez que un tren AVE con pasajeros entró en Valencia. El trayecto completo, los 391 kilómetros que separan Madrid de Valencia, se realizará el próximo 18 de diciembre y al día siguiente estará en funcionamiento.
El «Pato», nombre con el que se conoce a este modelo de AVE S-112, no pasó de los 201 kilómetros por hora, puesto que todavía se encuentra en fase de pruebas. Aun así, la expectación generada por el viaje fue tal que las 365 plazas de este Talgo- Bombardier se quedaron cortas y hubo quien no tuvo asiento. Diputados, senadores, empresarios, concejales, nadie quiso perderse los primeros pasos del AVE.
En la cabeza de la comitiva el ministro de Fomento, José Blanco, el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, el consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda de Castilla- La Mancha, Julián Sánchez, en representación del presidente Barreda, que excusó su asistencia por motivos de agenda, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Todos hicieron gala de la buena sintonía que se respira cuando se habla del AVE. El primero en reconocerlo fue Blanco. En su parlamento en la estación Joaquín Sorolla dijo que este tren de alta velocidad es «fruto de los esfuerzos de diferentes Administraciones y Gobiernos» y añadió que «unos lo planificaron y otros lo ejecutaron». A renglón seguido recordó las inversiones realizadas por el Gobierno de Zapatero. «En sólo dos años se han destinado 3.000 millones». Además, incidió en la importancia de esta infraestructura y dijo que «en muy pocos días vamos a escribir un importante capítulo en la historia de nuestro transporte».
De lo que no quiso hablar el ministro fue de los precios ni de las frecuencias. Se limitó a decir que habrá variedad, en función de cuándo se compre el billete.
Por su parte, el presidente Camps incidió en la importancia y los efectos que generará el AVE. Recordó la gran transformación que provocó la finalización de la autovía Madrid- Valencia y aseguró que la alta velocidad supondrá un antes y un después en las relaciones entre ambas autonomías, que representan la cuarta parte de la población española y un tercio de la riqueza nacional.
La alcadesa Barberá se mostró satisfecha por esta primera entrada del AVE, «un sueño que ha ocupado nuestros desvelos».
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