Mejor Madrid por Julián García Candau

El mejor Real Madrid de cuantos se han enfrentado al Barcelona en el tiempo de Mourinho, en dos minutos malbarató la primera parte en la que, con presión y disputa del balón, para tenerlo incluso más que el adversario, dio sensación de que podía pasar la eliminatoria y alcanzar las semifinales de la Copa del Rey. Tiró más a gol y con la defensa barcelonista dormida estuvo a punto de marcar en poco más de diez segundos. Le faltó acierto en las ocasiones que creó y acabó topándose con desventaja. El gol lo halló en la segunda parte en la que puso al Barça contra las cuerdas. El equipo local acabó angustiado.

Los jugadores madridistas dejaron por los suelos los inventos tácticos de su entrenador. Bastó que éste hiciera una alineación para jugar al fútbol, para que diera una imagen más brillante que en todas las confrontaciones anteriores. Özil, en el equipo titular, fue más práctico que la fórmula de alinear a Pepe en el centro del campo.

Al fútbol deben jugar los mejores y sobre todo, para enfrentarse a un equipo que tiene como norma el buen toque de balón. Mourinho había creído hasta ahora que con el músculo podía derrotar al Barça.

Se lesionó Iniesta y Messi estaba desaparecido. Y ocurrió lo de tantas veces. El argentino atrajo a cuatro defensas y le dio en bandeja el gol a Pedro. El árbitro perdonó la expulsión de Lass y tras la bronca de la jugada se sacó la falta y Alves, en remate impresionante, marcó. Cristiano y Benzema pusieron el empate y la emoción final.

Con más creadores madridistas en el campo, el Barça quedó desactivado.