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En el Holocausto de Koba

«El libro negro»V. Grossman y I. EherenburgGalaxia gutenberg/Círculo de Lectores1.226 páginas. 35 euros. 

La Razón
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Todo arrancó con un ambicioso proyecto pergeñado por Einstein, en el que colaboraron decenas de periodistas, entre 1944 y 1946. Los compiladores fueron Ehrenburg y Grossman. Reunieron testimonios, documentos, cartas y confesiones de los ejecutores hasta realizar el más completo mapa de carreteras del antisemitismo en Europa durante la segunda Guerra Mundial. Una biblia del horror, no por sabida, menos dolorosa: violaciones, pogromos, quema de vivos, estrangulamiento de menores...

Se cifra en seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto pero de los hebreos muertos en el Gulag nadie tiene un número. Entre la cifra de Anne Applebaum –2.750.000– y la de Martin Amis –20 millones– se sitúa la realidad de las víctimas estalinistas, aunque no era un antisemitismo nuevo sino larvado en la Rusia de los zares.

Con guerra y sin paz
Auspiciado por Stalin, este libro no vería la luz hasta décadas después, porque suponía un fresco de la época demasiado incómodo. Un «Guerra y paz» en tiempos de «Koba el Temible», a través de una serie de personajes hacia quienes la actitud cambiaría de raíz: se borró la solidaridad internacional para con los judíos y la histeria antisemita reapareció en Rusia. La Guerra Fría contribuiría lo suyo. Escrito a dos manos se perciben dos intencionalidades distintas. Ehrenburg conocía la nomenclatura a la perfección. Grossman era un mariscal del humanismo. El primero entendía que para burlar la censura se debían soslayar algunos aspectos, el segundo, de no haber muerto, no hubiera vivido demasiado, «por incómodo». Este libro estuvo respaldado por el Comité Judío Antifascista, que se creó tras la invasión de Rusia por los alemanes cuando Stalin –que tenía en mente el odio antisemita ante la ascendencia judía de Trostski– ansiaba granjearse el apoyo internacional judío que había perdido con la invasión de Polonia. La prohibición de que se publicara fue el preludio de ejecución de varios miembros del comité. Su odio hacia este texto fue más lejos que el de Solzhenitsin al dejar al descubierto no sólo la corrupción del marxismo-leninismo, sino también el espíritu xenófobo ruso. Es un documento demoledor. Ninguna historia del horror y el antisemitismo estará zanjada sin recalar en este volumen. Y está magistralmente escrito. Hay pocos relatos del terror tan bien argumentados. Después de estas páginas, queda poco margen para la retórica del dolor.

Sobre el autor
Grossman fue escritor y corresponsal de guerra de «Estrella roja», y autor de «Vida y destino» y «Todo fluye»
Ideal para...
comprender que lo que sucedió no fue un caos irracional, sino que hubo todo un corpus teórico, planificado y metódico
Un defecto
Es un libro redondo. No se le ven errores
Una virtud
La capacidad para edificar a la perfección los destinos individuales de las víctimas
Puntuación 10