Gerardo Blyde: «Chávez mantiene su estrategia de polarizar al país»

Madrid- Gerardo Blyde (Caracas, 1964) gobierna desde 2008 en Baruta, uno de los municipios opositores más relevantes del país. Dirigente del partido de centro izquierda Un Nuevo Tiempo, Blyde es uno de los políticos más populares de Venezuela.

–¿Cree que estos resultados marcarán las elecciones para gobernador en diciembre?
–Es posible que nuestro electorado pueda sentirse entristecido y desmotivado, pero depende mucho de cómo asumamos nosotros el liderazgo de oposición para no perder las gobernaciones que tenemos y tratar de ganar algunas otras. De las 333 alcaldías en el país, la oposición tiene unas 60. Y de las 24 gobernaciones, la oposición está al frente de seis.
–¿Chávez va a reformar la Constitución para suprimir alcaldías y gobernaciones e implantar un sistema comunal?
–Es difícil que haga algo así para las gobernaciones, porque las elecciones ya están convocadas. Sí existe un fundado y racional temor a que pueda generar una reforma constitucional que suprima las alcaldías o los consejos municipales para afianzar un Estado comunal, que estaría controlado por el Gobierno, pues todas las comunas tienen que inscribirse en el Ministerio.
–¿La oposición seguirá unida?
–Yo creo que sí, es la única manera de ganar las gobernaciones, las alcaldías y hacer frente al Estado comunal. Pueden surgir críticas, pero el balance de la campaña de Capriles es mucho más positivo que otra cosa.
–¿Chávez va a cambiar su forma de gobernar?
–No creo. Estamos ante un presidente que dice abrir las manos y el corazón, pero al día siguiente mantiene su estrategia de polarizar al país. Si esta estrategia de la descalificación le ha funcionado para mantenerse en el poder, no tiene sentido que cambie.
–¿Cree que el Gobierno tomará represalias contra Capriles?
–No veo que tenga necesidad en esta primera etapa y con una victoria tan clara y tan reciente. Sería algo muy mezquino.
–¿Cree que el presidente debería cambiar su Gabinete?
–Debería dar un golpe de timón importante en las políticas públicas. La única manera de que su popularidad no decaiga es mantener los planes de obras civiles públicas.