Génova

Rajoy se refuerza ante Europa con el triunfo gallego

Según Moncloa, las urnas confirman que en España hay un Gobierno que «mantiene su apoyo electoral»

El presidente del Gobierno ha acompañado a Feijóo durante la campaña, consciente de la importancia de las elecciones que se celebraron ayer y de su repercusión en clave nacional
El presidente del Gobierno ha acompañado a Feijóo durante la campaña, consciente de la importancia de las elecciones que se celebraron ayer y de su repercusión en clave nacionallarazon

Madrid- «Si los míos van a votar habremos ganado las elecciones». Así veía Alberto Núñez Feijóo la contienda electoral gallega, donde realmente se la jugaba anoche el PP en clave partidista y Mariano Rajoy se sometía inevitablemente a un plebiscito indirecto. El resultado del País Vasco, y el que venga de Cataluña, tendrá consecuencias de mayor calado sobre el mandato de Rajoy, condicionando incluso su política territorial. Pero en esta primera lectura electoral, sin duda que la histórica mayoría absoluta de Feijóo rescata a Rajoy de un desgaste político inmediato en clave nacional y, sobre todo, refuerza su credibilidad hacia fuera y en la negociación en la UE en un momento clave para España. Sobre la mesa está la petición de ayuda al Banco Central Europeo (BCE).

En Moncloa subrayaban anoche que el mensaje que sale de las urnas es que en España sigue habiendo un Gobierno con fuerte respaldo social, «rompiendo la tendencia que se está observando en otros países inmersos también en ajustes y en recortes», y sin oposición interna.

En Galicia todas las encuestas que manejaba el PP le daban la mayoría absoluta. La seguridad en la victoria había ido creciendo en las filas populares, sobre todo una vez que internamente conjuraron el miedo inicial a la presencia del ex banquero Mario Conde y se fueron convenciendo de que Pontevedra sería su tumba política y el trampolín de la victoria de Feijóo.
El triunfo histórico del político gallego permite a la dirección popular vender el mantra de que los ciudadanos no han dado la espalda a la gestión popular en su primera reválida en las urnas «en unas circunstancias muy, muy complicadas». Cierto es, aunque bien se encargó Feijóo de marcar su territorio y de centrar su campaña en su gestión regional.

Tan importante o más que el triunfo propio es el fracaso ajeno. Es decir, que a Rajoy le suma tanto o más que las urnas dejen al líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, sin sitio en el que refugiarse para el batacazo que todavía le espera en Cataluña. «Aunque ojo», advertían anoche en Génova. Y es que en Moncloa se están encendiendo algunas alarmas por «el proceso de descomposición del PSOE». «Evidentemente, nos viene bien un PSOE débil institucionalmente. Pero en un momento tan delicado como éste, España necesita un partido fuerte en la oposición con el que poder diseñar una política de Estado, si no es posible en economía, al menos en materia territorial», sostenía anoche uno de los ministros que se acercaron hasta Génova para hacer el seguimiento de los resultados.

Tras esta reflexión está la preocupación del PP por la ofensiva soberanista que se activará en el País Vasco y en Cataluña a partir de las elecciones. Un veterano diputado popular sostenía en el último Pleno celebrado en el Congreso que España necesitaba que su partido y el PSOE pactaran la respuesta al nacionalismo vasco y catalán incluso en la escenificación de la desavenencia. Y con un PSOE abierto en canal y con un líder que es un «cadáver político» eso es un objetivo «imposible», dicen en Génova cuando se les pregunta por esa necesidad de pacto que reivindican desde sus propias filas. El PP observa con inquietud que la «desestructuración orgánica e ideológica» del PSOE deje libre un espacio que ocupan movimientos sociales que radicalizan la posición socialista, llevándoles a hacer dejación de sus obligaciones institucionales.

Rajoy se acostó anoche siendo consciente de que no todo son luces en el resultado de este domingo. «Sabe que Feijóo le ha dado oxígeno para continuar gestionando un problema, pero que el problema económico sigue siendo el mismo y que el nacional se ha confirmado que es tan grave como se veía venir», explicaban fuentes próximas al presidente, que ayer siguió desde Génova el recuento. En el País Vasco, la caída del PP dará munición a los críticos internos que lideran el ex ministro Jaime Mayor Oreja. Pero eso al jefe del Ejecutivo no le preocupa porque en ningún caso son una fuerza desestabilizadora interna. Lo que le preocupa es la política que a partir de ahora ponga en marcha la Lendakaritza y la que pueda salir de la Generalitat catalana después de las elecciones de noviembre. ¿Y Feijóo sucesor? «Sin duda está muy fuerte y en un buen sitio para esperar. Pero Rajoy agotará la Legislatura y en política en tres años llueve mucho», según un «fontanero» monclovita.

«Por fin, una buena noticia»
Diez meses después de empezar la Legislatura la de ayer fue una noche electoral sin sobresaltos en Génova. «Por fin, una buena noticia», valoraban, informalmente, desde la dirección popular, mientras seguían al detalle el escrutinio de las elecciones gallegas, el espejo en el que en los próximos días más se va a mirar el mensaje del PP. Como es habitual, Mariano Rajoy llegó a última hora de la tarde a la sede nacional para estar pendiente sobre el terreno del recuento de los votos, y lo hacía con las buenas impresiones que ya le había trasladado el gallego Alberto Núñez Feijóo. Casi al tiempo que Rajoy entró también en Génova la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Y el despacho del presidente lo «ocuparon», además, ministros: el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; el de Educación, José Ignacio Wert; la titular de Empleo, Fátima Báñez, y la de Fomento, Ana Pastor. Y otros miembros de la dirección, entre ellos la secretaria general, María Dolores de Cospedal; y los tres vicesecretarios generales, Javier Arenas, Carlos Floriano y Esteban González Pons. El ex ministro y portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, no asistió y aunque en la actual situación podría encontrarse una explicación política –se ha posicionado claramente en contra de algunas de las decisiones adoptadas en relación a ETA y al País Vasco–, el motivo es que se recupera de una intervención quirúrgica menor. Rajoy habló anoche con Feijóo y también con el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti. A los dos les cedió el protagonismo de la valoración de sus resultados y en el primer caso, de la celebración de la importante victoria.