Chile

Revelado el secreto de la constelación del Unicornio

El telescopio de rastreo VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) ha revelado el secreto de la constelación de Unicornio, una nueva imagen en infrarrojo que revela un "extraordinario"paisaje de brillantes filamentos de gas, nubes oscuras y estrellas jóvenes.

Esta constelación, conocida como 'Monoceros R2', está incrustada dentro de una enorme nube oscura, de forma que al observar la zona en luz visible aparece casi completamente oscurecida por polvo interestelar, pero a través del infrarrojo de este telescopio "se vuelve espectacular", señala ESO.

De hecho, una activa maternidad estelar se encuentra escondida dentro de la masiva nube oscura, rica en moléculas y polvo, en esta constelación. Si bien en el cielo parece cercana a la conocida Nebulosa de Orión, realmente está a más del doble de distancia de la Tierra, a unos 2.700 años luz.

La mayor parte de las estrellas masivas recién nacidas se mantienen ocultas pues el grueso polvo interestelar absorbe fuertemente su luz ultravioleta y visible. En esta imagen infrarroja, captada desde el Observatorio Paranal de ESO en el norte de Chile, penetra la oscura cortina de polvo cósmico y revela con gran detalle los pliegues, curvas y filamentos esculpidos en la materia de polvo interestelar por los intensos vientos de partículas y la radiación emitida por estrellas jóvenes y calientes.

"Cuando vi esta imagen por primera vez dije de inmediato 'Wow', estaba impresionado de ver las estelas de polvo tan claramente alrededor del cúmulo de Monoceros R2, así como los chorros provenientes de jóvenes objetos estelares muy incrustados. Hay una gran riqueza de detalles apasionantes revelados en estas imágenes de VISTA", ha comentado el líder del consorcio VISTA, de Queen Mary, University of London, Jim Emerson.



Gran espejo y sensibilidad


Con su enorme campo de visión, su gran espejo y su cámara de gran sensibilidad, VISTA puede obtener imágenes infrarrojas profundas y de gran calidad de amplias áreas del cielo, tal como la zona de 'Monoceros R2'. Su campo de visión es equivalente a unos 80 años luz de extensión.

Puesto que el polvo es en su mayoría transparente en longitudes de onda infrarroja, aparecen muchas estrellas jóvenes que no pueden ser observadas en imágenes en luz visible. Así, las estrellas más masivas tienen menos de diez millones de años.

La nueva imagen fue creada a partir de exposiciones tomadas en tres partes diferentes del espectro infrarrojo cercano. En las nubes moleculares como 'Monoceros R2', las bajas temperaturas y densidades relativamente altas permiten que se formen muchas moléculas, como el hidrógeno, que emite fuertemente en infrarrojo cercano.

Las numerosas estructuras rosadas y rojas que aparecen en la imagen de VISTA son probablemente los resplandores de hidrógeno molecular que fluyen desde las estrellas jóvenes. 'Monoceros R2' posee un núcleo denso, de no más de dos años luz de extensión, repleto de estrellas jóvenes muy masivas, así como de un cúmulo de fuentes infrarrojas brillantes, que normalmente son estrellas masivas recién nacidas aún rodeadas de discos de polvo.

Esta zona se ubica en el centro de la imagen, donde un acercamiento revela una concentración mucho más alta de estrellas y donde las llamativas formas rojizas indican emisión de hidrógeno molecular. Además, la estructura blanca con forma de alubia que se encuentra abajo del centro de la imagen es 'NGC 2170', la nebulosa de reflexión más brillante en la zona.

En luz visible, la nebulosa aparece como una isla celeste y brillante en un océano oscuro, mientras que en infrarrojo se revelan en su interior fábricas frenéticas donde cientos de estrellas masivas están naciendo.

Concretamente, 'NGC 2170' es apenas visible a través de un telescopio pequeño y fue descubierto por William Herschel desde Inglaterra en 1784. Las estrellas se forman en un proceso que normalmente tarda unos pocos millones de años y que ocurre dentro de grandes nubes de gas y polvo interestelar, en cientos de años luz de extensión.

Debido a que el polvo interestelar es opaco en luz visible, las observaciones en infrarrojo y radio son cruciales para la comprensión de las etapas más tempranas de la evolución estelar.