Estocolmo

El Cervantes estudia cerrar cuatro de sus centros

El Instituto Cervantes estudia el cierre de sus centros de Damasco (Siria), Recife y Curitiba (Brasil) y Sofía (Bulgaria) en 2013 ante la reducción presupuestaria a la que tendrá que hacer frente la institución el próximo ejercicio, que pasará de 97,23 millones de euros a 83,77 millones.

La Razón
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El director del Cervantes, Víctor García de la Concha, aseguró hoy en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, ante la que explicó los presupuestos para 2013, que a pesar de los recortes, el Instituto "no sólo no se va a detener, sino que se propone metas concretas para cumplir sus objetivos con mayor fuerza".

Entre esas metas citó la reorganización de los títulos DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera), con el fin de aumentar el número de candidatos inscritos, y estimó conveniente que todas las administraciones públicas exijan la acreditación del conocimiento del español por medio del DELE en todos los procedimientos administrativos en que sea exigible el conocimiento del idioma.

García de la Concha ha recordado que la reducción presupuestaria para el Instituto Cervantes, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, en 2013 será de un 13,9 por ciento y contará con 83,77 millones de euros frente a los 97,23 millones de 2012.

En su comparecencia, ha explicado que la mayor partida de la institución es la destinada a recursos humanos, capítulo que contará con 50,6 millones de euros, 10,6 millones menos que en 2012, lo que ha llevado al Consejo de Administración de la entidad a estudiar el posible cierre de algunos centros.

Así, se está considerando "el posible cierre"de los centros de Damasco, que en la práctica cesó en sus actividades el pasado mes de abril; los de Recife y Curitiba, como parte de un plan de redimensionamiento de la presencia del Cervantes en Brasil; y el de Sofía, con su Aula de Nicosia, donde se exploran nuevas fórmulas para garantizar la presencia del Instituto.

De la Concha ha señalado que, en el contexto de una situación "muy difícil"en la que se trata de gestionar el presupuesto "con la mayor responsabilidad y el máximo rigor", será preciso corregir "algunos comportamientos y modelos"que se habían quedado "anticuados o respondían a expectativas económicas diferentes a las de hoy".

No obstante, ha precisado que estas reformas se intentarán acometer con "el menor impacto posible"en la plantilla de personal, y consideró que la crisis económica es "una oportunidad"para impulsar reformas que permiten "un mejor cumplimiento"de los fines del Cervantes a medio y largo plazo.

El capítulo destinado a Gastos Corrientes (30,17 millones de euros) se verá reducido en 2013 en un millón de euros, lo que llevará a renegociar los costes de las sedes en alquiler en numerosos países y racionalizar el uso de los edificios en el extranjero que son propiedad del Estado.

Además, el Cervantes negocia con instituciones como el British Council o el Instituto Goethe para compartir sedes en lugares como Estocolmo, Varsovia o Sidney.

La "fuerte"reducción del 42 por ciento que sufrirá la institución en materia de inversiones obligará, según su director, a retrasar diferentes proyectos, a pesar de lo cual se acometerá la rehabilitación de la biblioteca española de París.

Además, la disminución del 37,3 por ciento de las transferencias del Estado (50 millones de euros) se verá compensada por el aumento del remanente de tesorería como resultado de las operaciones de ventas de edificios.

De la Concha señaló que el Cervantes "no renuncia"a su política de expansión, y negocia convenios con las academias hispanoamericanas de la lengua que permitan asociaciones para actividades formativas, y con México para utilizar conjuntamente tanto sus centros como los mexicanos, en especial los de EEUU.

La negociación de acuerdos con universidades estadounidenses es otra de las alternativas, a la que se suma la búsqueda de "fórmulas imaginativas"para abrir nuevos espacios en universidades y academias de países asiáticos en expansión.

Por su parte, el diputado socialista Miguel Ángel Cortizo consideró "una vergüenza"el recorte presupuestario de instituciones como el Cervantes que se podrían mantener, dijo, "si los clubes de fútbol pagasen a Hacienda lo que deben".