Jáuregui alerta de una «tentación revisionista» sobre las autonomías

Las críticas del expresidente José María Aznar al actual modelo autonómico y sus alusiones a los 17 «mini estados» siguen teniendo eco. Ayer, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui –que impartió una conferencia en el marco del Foro Innovatec, en Sevilla–, mostró su preocupación por la existencia de una «tentación revisionista» sobre dicho modelo. Una dinámica que, a su juicio, es «peligrosa» porque el Estado de las autonomías «funciona muy bien, ha producido gran éxito y gran equilibrio interno entre los distintos territorios y ha contribuido a poner en el mapa de la realidad política y económica a regiones que habían sido tradicionalmente atrasadas o devaluadas por el centralismo».

Para Jáuregui, poner en tela de juicio el modelo trae consigo la articulación de «políticas recentralizadoras, y eso no es bueno». Igualmente, realizó una encendida defensa del PSOE-A, «un ejemplo de lo que ha significado la reivindicación de la identidad andaluza y la modernización de la región». Todo ello «teniendo en cuenta la lealtad con el Estado y la solidaridad interterritorial».

Sin embargo, el vicesecretario general del PP-A, Ricardo Tarno, precisó que «el único peligro real que existe para la autonomía» es la actitud «servil» del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, con el Gobierno de Zapatero. Tarno criticó que Griñán «ha actuado como un acólito de Zapatero y del nacionalismo catalán», puesto que apoyó el Estatuto de Autonomía de Cataluña «admitiendo el pago en solares de la llamada deuda histórica y aceptando el modelo de financiación autonómica».

«Griñán y su jefe, Manuel Chaves, actúan como una coartada permanente a las decisiones de Zapatero», denunció el dirigente popular, quien reconoció que le gustaría haber tenido a un presidente de la Junta «reivindicativo con los intereses de la comunidad autónoma».