Samur

«Le sacamos algo asustado pero con media sonrisa»

El de ayer no fue un rescate cualquiera. Resultó muy laborioso y delicado porque tuvo que realizarse prácticamente escarbando a mano la tierra y, además, había un componente psicológico muy importante en cuanto se encontró el primer cuerpo –a la media hora de comenzar el rescate– y se comprobó que el segundo seguía con vida.

Un momento del rescate
Un momento del rescatelarazon

MADRID- Los bomberos y facultativos del Samur trataron en todo momento de que José María no se enterase de que su hermano Juan Carlos había fallecido e intentaron hablarle, llamarle por su nombre y darle ánimos para que la espera se le hiciera lo menos angustiosa posible. Aunque trabajó un equipo muy grande, se podría decir que el autor del rescate de ayer y, por tanto, el héroe de la jornada es Juan Redondo, jefe de guardia de los Bomberos del Ayuntamiento. Fue él mismo quien, al término de la operación, explicó a los periodistas cómo se habían desarrollado las tareas de rescate y calificó de «verdadero milagro» que José María haya salido ileso del accidente laboral. «Es algo increíble porque le aprisionaban unos 20 metros cúbicos de tierra y una losa de hormigón». Pero para Redondo, el momento álgido de la operación fue cuando escucharon la voz del segundo obrero. «El milagro fue cuando el sargento que estaba tratando de localizar a los sepultados escuchó una voz. Había una pequeña coquera (oquedad) que se había quedado libre y que ha sido lo que le permitió seguir respirando y pedir auxilio a los bomberos», explicó. A partir de ahí, el rescate fue «muy laborioso» porque se realizó «a mano, con rastrillas y sin utilizar la máquina excavadora» para evitar lastimar al atrapado y nuevos corrimientos de tierra. Las dos víctimas estaban muy cerca la una de la otra. Juan Carlos, el fallecido, más cerca de la superficie, y el otro, en cuclillas y aprisionado entre un muro y una losa de hormigón. Los bomberos tuvieron que turnarse durante las casi tres horas que duró la intervención debido al gran esfuerzo físico que supuso excavar a mano. En cuanto los sanitarios del Samur pudieron alcanzar el brazo de José María, le suministraron por vía intravenosa suero caliente –presentaba hipotermia– y analgesia, además de un poco de oxígeno. Cuando finalmente consiguieron rescatar su cuerpo, el jefe de guardia de los Bomberos destacó que el atrapado salió «algo asustado pero con una media sonrisa». Fue trasladado al hospital La Paz para practicarle una revisión más completa pero, según un portavoz del Samur, «puede que sólo tenga daños musculares».

Por su parte, el tercer hermano que trabajaba en la obra, tuvo que ser atendido por los psicólogos del Samur, que le apartaron del lugar para que no presenciara el rescate de sus familiares.