Literatura

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Javier Sarti: «La mayoría de la gente tiene cultura de titular de periódico»

«No creo en verdades absolutas que no existen», dice el autor de «Piranesi construido»
«No creo en verdades absolutas que no existen», dice el autor de «Piranesi construido»larazon

Un banco soleado, de una urbanización en las afueras. Los pájaros piando retumban en la grabación. En este paisaje bucólico, Javier Sarti analiza su última novela y de paso regala su visión «más negativa que pesimista» de la vida, en su lucha crítica contra el absolutismo de unas pretendidas verdades que no lo son. Un «exabrupto» opuesto a los moldes de ideas que llenan los diálogos de lugares comunes en los que nunca nadie ha estado.Dos personajes: un hombre dolido y desencantado, otro, un periodista sin escrúpulos y ególatra. ¿Qué es lo que buscaba? - Sobre todo, no quería escribir el mismo libro que crean las grandes firmas, que al fin y al cabo pasan a ser grandes marcas que se limitan a repetir el mismo estilo. En una ocasión un poeta dijo que aplicando los moldes actuales salen poemas como churros.- Y todos iguales, llenos de frases hechas y lugares comunes. Algo similar pasa con la literatura. Peor que no leer, es leer siempre el mismo tipo de libro, ese que conecta con las ideas del lector y reafirma sus verdades.¿Cómo logra «Piranesi construido» descatalogarse de ese grupo?-Quería convertirla en una novela de ideas, de las que no abundan en España, y para ello utilizo la estructura dialógica: dos protagonistas sin nombre en un espacio no identificado y atemporal, para recrear una atmósfera onírica.Novela de ideas suena a diálogos platónicos.- Es un libro que intenta transmitir reflexiones. Si son acertadas o no, es lo de menos, pero se trata de dar la sensación de que, el que las escribe, de vez en cuando, piensa algo y cuestiona lo establecido. Justamente se ponen en tela de juicio muchos planteamientos.- Todo es un contraste de opiniones, puntos de vista... Una novela descriptiva de planteamientos vitales encontrados entre dos personajes.¿Dónde «conociste» a Piranesi? - Hace muchísimos años, por casualidad cayó en mis manos un ejemplar editado por el museo San Pío V, lugar en el que, por cierto, están unos de los pocos grabados originales del mundo. A partir de ahí fui vistiendo una historia cruel en la que una persona decide construir, hacer reales los grabados de Piranesi sobre sus cárceles imaginarias, y convierte eso en el sueño de su vida, en su motivo para vivir.¿Cree que al arquitecto italiano le gustaría ver sus dibujos construidos en una realidad novelada?-Supongo que sí. Si alguien se le hubiera ocurrido llevar a la realidad los grabados de Piranesi hubiera sido víctima de todo tipo de críticas.Y es el periodista el encargado de desprestigiar «la construcción», siempre en la búsqueda de su propio lucro y renombre personal ¿Qué le han hecho los periodistas? - Personalmente, nada. Va dirigido hacia esas estrellas mediáticas que van cargadas de populismo y son demagogos que utilizan su pantalla para figurar como benefactores de la humanidad. Adalides de las grandes causas que luego son mequetrefes que sólo les importa su propia figuración.La muerte se presenta fuera de los cauces naturales ¿Cuáles son sus verdaderas causas pues?- La falta de sentido vital. El protagonista, cuando acomete la construcción, pretende darle un sentido a su vida. Concentrarse en la realización de una obra, un sueño, sea del tipo que sea, es lo que hacemos todos.Le habrán preguntado si no hay que estar un poco loco para edificar una cárcel lúgubre sin ninguna finalidad aparente.- Entonces, ¿qué pensaríamos de ese atleta que entrena diez horas diarias para bajar una décima de segundo? Cada uno encuentra el sentido en lo que puede y en esto no prima la utilidad. Yo escribo mis libros, ¿eso tiene un sentido más real? De lo que se trata es de llenar la vida con algo. El protagonista ha terminado la construcción, su mujer ha fallecido, está solo en la vida, lo único que le queda para darle contenido es la venganza. Es su obra pendiente.La novela huye de establecer pautas morales ¿ Es una apología del sentimiento vengativo? - Sólo se enfoca como un establecimiento del equilibro que ha sido trastocado porque alguien ha hecho algo malo. Se trata de cuestionar todos los valores, como hizo Nietzsche. ¿Qué hay detrás del odio a la venganza?El temor a ser víctima de ella. La gente tiene una cultura de titular de periódico y simplifica la realidad con frecuencia. Los poderosos manejan la farsa social, son los «malos». El resto somos todos buenos. No creo en verdades absolutas que no existen.