La negativa de la CEOE a un pacto descafeinado descoloca al Gobierno

El Gobierno no va a conceder ninguna prórroga, por lo que la reunión que hoy mantendrán los primeros espadas de los agentes sociales se presenta, esta vez, definitiva. Si la negociación fracasa, el Gobierno legislará la reforma, de manera unilateral, a partir de la semana próxima. En cualquier caso, no hay visos de que se vaya a llegar a un consenso. La CEOE dio el lunes un golpe sobre la mesa al exigir más poder para el empresario sobre la jornada laboral y limitar a seis meses la prórroga de los convenios. Según avanzó LA RAZÓN, los empresarios presentaron entonces un documento que recupera una de las exigencias de CEIM, limitar a seis meses la ultraactividad de los convenios o prórroga automática del contenido del convenio aunque éste haya caducado y mientras no se renueve. Según el presidente de la patronal, Joan Rosell, «nada que no hubiéramos pedido antes».

Para los sindicatos supuso, según el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, una vuelta de la CEOE a sus posiciones más duras, «cuando estaban a un cuarto de hora de firmar el acuerdo». La distancia, «tremenda», vuelve a girar ahora en torno al convenio colectivo dentro de la empresa. En cualquier caso, Valeriano Gómez ya señaló ayer el camino que tomará el Gobierno «si no se reconduce la situación»: aprobará un proyecto de ley en el que exista un «equilibrio» entre la flexibilidad en el seno de las empresas y la protección de los trabajadores. Además, fuentes de la CEOE señalaron ayer que «lo que ha dicho Rosell es que un documento light no tiene sentido». Añadieron: «Podremos llegar a un acuerdo, pero nunca se firmará nada que no sea lo que esperan los empresarios». Si no hay acuerdo y todo parece indicar que no lo habrá, «el Gobierno tendrá que sopesar lo que le conviene al país: una reforma que no sea profunda o alinearse con lo que pide el mercado y se hace en Europa».

Peticiones de la patronal
Según avanzó ayer LA RAZÓN, el documento que presentó la patronal de los empresarios a los sindicatos contempla una de las reclamaciones de CEIM: limitar a seis meses la ultraactividad de los convenios o prórroga automática del contenido del convenio, aunque éste haya caducado y mientras no se renueve. La CEOE también solicita poder alterar las regulaciones que afectan al tiempo de trabajo y a la movilidad funcional cuando el empresario tenga necesidades temporales al respecto, y sin que tenga que ser consensuado por los sindicatos. En materia de flexibilidad, la patronal pide que el empresario pueda distribuir de forma irregular hasta un 20% de la jornada anual ordinaria aplicable.