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La falta de sueño aumenta el riesgo de sobrepeso en los niños

El 17,8 por ciento de los niños españoles de entre 2 y 9 años tiene sobrepeso u obesidad, según un estudio realizado en ocho países europeos, en el que se pone de manifiesto que Italia es el país con más obesidad infantil, mientras que Bélgica y Suecia son los que registran menos.

Así lo desvela el proyecto Idefics, financiado por la Comisión Europea, cuyos resultados han sido presentados hoy en Zaragoza por su coordinador, el profesor Wolfgang Ahrens, del Instituto de Medicina Preventiva de la Universidad de Bremen (Alemania), quien ha citado la falta de actividad y de sueño como factores de riesgo en el sobrepeso y la obesidad infantil.

En el estudio, realizado entre 16.000 niños europeos, de ellos 1.600 españoles (de Huesca y Zaragoza), también se ha observado que los niños de familias con menor nivel socioeconómico y cultural, además de las monoparentales y las de inmigrantes, tienen mayores tasas de sobrepeso debido a los diferentes estilos de vida.

El principal objetivo de Idefics, en el que han participado 23 grupos de investigación europeos, ha sido conocer las causas principales de la aparición del sobrepeso y la obesidad en Alemania, Bélgica, Chipre, Estonia, España, Hungría, Italia y Suecia, ya que los estilos de vida cambian mucho del norte al sur y del oeste al este del continente, ha explicado Ahrens en rueda de prensa.

El estudio, presentado en el marco del congreso internacional sobre "La salud infantil en Europa: hacia una mejor comprensión de la obesidad", que se celebra en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, revela que las tasas de obesidad infantil en los países del sur, especialmente en el arco mediterráneo, superan a los del norte, y que afecta más a las niñas que a los niños.

Así, la mayor prevalencia se ha registrado en Italia, con un 19 por ciento, seguida de Chipre y de España, mientras que Bélgica y Suecia, con un 2 y un 4 por ciento, respectivamente, son los que presentan menor tasa de niños gordos, ha informado el profesor Luis Moreno, de la Universidad de Zaragoza.

El estudio se ha concentrado en dos grupos de niños en cada país, uno sólo de control y el otro con una intervención para mejorar los hábitos de vida, con el aumento del consumo de frutas y verduras, la ingesta de agua y la actividad física.

También se les han reducido los comportamientos sedentarios, especialmente ver la televisión, y el consumo de bebidas azucaradas, a la vez que se les ha aumentado el número de horas que los niños duermen cada día y el tiempo que pasan con sus padres, y a ser posible comiendo con ellos.

En esta investigación, se ha observado, mediante un acelerómetro colocado durante tres días a los niños, que los que hacen menos actividad física tienen más probabilidad de desarrollar sobrepeso y obesidad que los que son más activos.

También se ha confirmado en el estudio que dormir menos de nueve horas diarias aumenta el riesgo de sobrepeso y de obesidad infantil, cuyas complicaciones más frecuentes son las psicológicas, además de las endocrinológicas y metabólicas, como tensión e insulina altas.