Sudáfrica

Acto de contrición

La Razón
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Un acto de contrición da al alma su salvación. A pase de David Villa, a Cesc le hicieron penalti y el asturiano lo marró. El portero surafricano, encima, detuvo el disparo de Puyol a su rechace. En un minuto encontró Villa el perdón con un remate acrobático. Fue su tercer gol en el torneo. En segundos enmendó el error. En segundos alcanzó España la victoria que le estaba consiguiendo conquistar.España mandó, pero le costó llegar al gol. El equipo anfitrión juega al fútbol muy bien organizado y con varios profesionales de estimable calidad. Éstos, cuando al equipo se le pasó el complejo de inferioridad, comenzaron a contraatacar y, aunque marraron en el disparo a gol, dieron sensación de peligro. Jugadores con experiencia en la Liga inglesa como Parker, y Pienaar, crearon problemas a la defensa española. En los primeros minutos mostraron su respeto a la campeona europea y se dedicaron a defender su parcela. Después se animaron a intentar ganar. Y más aún cuando encajaron el tanto de Villa. Fue su sentencia.Sibaya se dedicó a impedir que Xavi jugara con alguna libertad, que era el modo de parar la creatividad de nuestra selección y Fernando Torres y Villa no recibieron pases con claridad para el gol aunque si ejercieron el remate. Fue inútil.El juego se animó porque Sudáfrica no se resignó a quedar eliminada. Del Bosque relevó a Villa y Torres por Pablo Hernández y Fernando Llorente y a éste le valió un segundo balón para remachar el triunfo. El orden de los factores no altera el producto.