Estreno

Así se cocinó el taquillazo del cine español

Mientras la casi totalidad de la producción nacional languidece en la taquilla, una comedia juvenil y gamberra supera los cinco millones de euros de recaudación

Así se cocinó el taquillazo del cine español
Así se cocinó el taquillazo del cine españollarazon

Ni Hannah Montana ni Zac Efron: a los adolescentes españoles les gustan Emilio y Natalia. Quienes no hayan visto aún «Fuga de cerebros» se preguntarán de qué hablamos. El resto, el casi millón de espectadores (913.519 según últimas cifras) que ha pagado ya su entrada, lo sabe de sobra. La película española más taquillera del año se ha convertido también en la sorpresa más inesperada, sobre todo después de la sobredosis de feromonas adolescentes que supuso «Mentiras y gordas», otro éxito de recaudación (más de dos millones de euros) que, curiosamente, sólo fue el aperitivo de la que se avecinaba. La producción de Antena 3 Films, Cangrejo Films y Fox cayó en el Festival de Cine de Málaga como un chorro de humor viscoso que convenció a la primera de cambio, tanto, que se llevó el premio que decide el público, uno de los más codiciados. Cinco semanas después de su puesta de largo en las salas españolas, con 250 copias repartidas por todo el país, «Fuga de cerebros» lleva contados 5.467.929 euros, cifra que supera a la de súperproducciones americanas como «Star Trek», «Noche en el museo» e incluso la ya citada «Hannah Montana». Pero, ¿cuál es el secreto de semejante éxito, tan poco habitual en las producciones españolas?

 

El fin, crear industria

 

La respuesta la tiene Álex Pina, creador y guionista de «Fuga de cerebros», una historia salida de los fogones de Globomedia, los mismos en los que se han cocido series como «Periodistas», «Los Serrano» y «Los hombres de Paco». Y no puede ser más claro: «La verdad es que era difícil de prever que alcanzáramos semejantes cifras, pero sí pretendíamos llenar el patio de butacas con el fin de crear industria, de lograr que las productoras confiaran en nosotros y en un proyecto español». Porque Pina es consciente de cómo funciona el público en nuestro país, ya que «la gente no va al cine a ver una película española porque existe un rechazo previo a lo que hacemos aquí, y queríamos cambiar esa manera de pensar de una manera muy sencilla: con entretenimiento puro y duro». Para lograrlo, desde Globomedia explican que lo primero fue descubrir qué tipo de público frecuenta más las salas de cine. Fácil: jóvenes de entre 16 y 25 años. Lo segundo, saber qué tipo de películas consumen. Aquí es donde entran en acción los «blockbusters» americanos, tanto las súperproducciones de ciencia-ficción como las que aquí nos ocupan, comedias gamberas tipo «American pie». Ojo, gamberras, soeces y todos los adjetivos que quieran poner, pero no malas en cuanto al nivel de producción. Pina lo aclara: «Con "Fuga de cerebros"queríamos demostrar de lo que somos capaces, dar credibilidad en los decorados, en los exteriores, que se rodaron en Oxford... Por eso no planificamos la historia como una manera fácil de ganar dinero. Es más, necesitaríamos pasar de los siete millones de euros para compensar los gastos».

 

Otro factor importante fue la elección de los actores protagonistas, Mario Casas y Amaia Salamanca, dos rostros mediáticos que se han proclamado reyes indiscutibles de la taquilla, sobre todo el primero, protagonista también de «Mentiras y gordas». La elección de Mario fue clara, porque, cuenta Pina, «habíamos trabajado con él en una horquilla interpretativa enorme en series de televisión. Por Amaia nos decantamos después de un "casting"muy largo, ya que todos teníamos en la cabeza a la chica rubia de instituto, típica de las cintas para adolescentes estadounidenses». Y, para no descuidar un sólo detalle, los reyes Midas de esta producción, con Fernando González en la dirección y Curro Velázquez como coguionista, también cubrieron el «target» más adulto tirando de veteranos como Antonio Resines, Loles León, Álex Angulo y Fernando Guillén, entre otros. ¿El último ingrediente? Un guión repleto de requiebros calenturientos y personajes pasados de vueltas del que las productoras ya piden la segunda parte. Con tal insistencia que sí, es muy probable que pronto veamos «Fuga de cerebros 2».