Casares: «Palomo Linares me ha enseñado cómo hay que ir por la vida»

Luis Miguel Casares tiene ante sí dos compromisos importantes: el domingo debuta en la Monumental de Barcelona y el 12 de julio lo hará en Las Ventas. Hijo de Justo Benítez, sueña con ser figura del toreo.Nació hace 18 años, pero desde muy pequeño ya se puso ante una becerra: «Con 9 años, me empezó a picar el gusanillo; a los 16 me lo tomé más en serio». Su padre, feliz, le dijo: «esta profesión es muy difícil y tienes que ser el mejor».En el certamen de Castilla-La Mancha llegó a la final, con un saldo de tres orejas. Esta temporada es definitiva y comenta: «Acudo a Barcelona con mucha ilusión y responsabilidad». La alternativa, sin embargo, queda todavía lejos: «Veremos el año que viene. Me gustaría doctorarme en Jerez, Granada, Murcia, o Valencia» concluye.Su concepto del toreo lo resume así: «Me gusta torear despacio, buscando la profundidad; el toreo de siempre». Uno de sus maestros ha sido Palomo Linares que le acogió en su casa siendo un adolescente y explica: «He aprendido de él cómo hay que ir por la vida; sus consejos todavía me resuenan cuando estoy frente a un novillo». Perdió a su madre siendo muy joven. En homenaje a ella, se puso su apellido como nombre artístico: Casares.