Alergias
El abuso de descongestionantes nasales provoca rinitis crónica
La congestión severa da lugar a cefalea, dolor de oídos y llega a evolucionar en infecciones como una otitis media o una sinusitis
La congestión nasal está provocada por la dilatación de los vasos sanguíneos de la mucosa nasal. Esto provoca un estrechamiento de los conductos nasales, y se obstruyen por el aumento de la producción de moco.
La mucosidad comienza de forma acuosa y con los días se espesa. Una congestión severa puede provocar cefalea, dolor de oídos o evolucionar a una infección, como una otitis media o una sinusitis. Las causas más comunes son las alergias (polen, ácaros látex etc.), infecciosas, y de tipo vírico o bacteriano.
Tratamiento no farmacológico. Hay que hacer una dieta equilibrada e ingerir líquidos, mantener el ambiente húmedo y evitar cambios de temperatura, el alcohol y el tabaco. No obstante, en ocasiones estas pautas deben ir acompañadas por medicamentos.
w Suero fisiológico. Es importante limpiar bien las fosas nasales con soluciones salinas (el método más fisiológico y con menos efectos secundarios) ya que, además, es apropiado para todas las edades. También se puede inhalar vapor, que reduce la congestión y suaviza las vías altas. Si se añaden compuestos aromáticos como mentol o eucalipto, se facilita aún más la respiración.
Los descongestionantes. Tienen un comienzo rápido de acción y una corta duración. Entre los principios activos más utilizados están: oximetazolina, nafazolina, fenilefrina y xilometazolina. Pero tienen el inconveniente de producir congestión de rebote, es decir, al usar el descongestionante de forma continua y prolongada, aparece de nuevo la rinitis, pero en este caso la produce el propio medicamento. El paciente lo interpreta como una recaída de la enfermedad, y usa de nuevo el descongestionante, esto da lugar a un circulo vicioso que puede acabar en una rinitis crónica. Por este motivo no se deben utilizar más de tres veces al día, ni más de tres días seguidos.
Los corticoides nasales. Son otros fármacos útiles para la rinitis. Producen vasoconstricción (disminución del diámetro de los vasos) y actúan reduciendo la inflamación, la permeabilidad capilar y la producción de mucosidad. Los más comunes son: budesonida, fluticasona, mometasona o triamcinolona. Si se administran a las dosis recomendadas los efectos adversos son moderados y transitorios. En tratamientos de larga duración hay que revisar la mucosa de forma periódica. Los corticoides los podemos encontrar asociados a los descongestionantes o solos, y generalmente el uso por separado es mejor. Para frenar los síntomas existen combinaciones de descongestionantes, corticoides y antiinfecciosos, que suman los efectos de los dos primeros a la acción profiláctica de infecciones rinofaringeas, de los antiinfecciosos.
Edades
La mayoría de estos medicamentos se encuentran en forma de spray (nebulizador) y gotas, aunque también los hay en crema. El uso de nebulizadores está más indicado para adultos y niños mayores de seis años, ya que las gotas que salen de dicho sistema alcanzan un área grande, por lo que hay más posibilidades de tragarse el medicamento por la garganta, lo que aumenta la posibilidad de efectos secundarios sistémicos. Para niños menores de seis años está más indicado el uso de gotas. No se deben utilizar en niños menores de dos años sin consultar con el pediatra.
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