Valencia
El «caldito» con el nuncio el martes
MADRID- En plena bronca con la Iglesia, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudirá el próximo martes a la Nunciatura para tomar el «caldito» comprometido en diciembre pasado con el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro del Castro. El encuentro, cerrado este miércoles en un hotel madrileño, se produce después de la polémica generada por la nota de la Conferencia Episcopal ante las elecciones del 9 de marzo. Zapatero dijo ayer que acudirá «encantado» a su cita con Monteiro, con quien mantiene una «buena relación».
El jefe del Ejecutivo volvió a insistir, en una entrevista con Punto Radio que tras los comicios «algo debe cambiar en la relación con la Iglesia católica». «Ésta debe tener al Estado el mismo respeto que el Estado le tiene a ella», advirtió. A su juicio, en las últimas semanas ha habido algunas actitudes de la Conferencia Episcopal que necesitan una aclaración. Explicación que, en su opinión, se debe producir con «serenida y calma» después de las elecciones generales.
Por otra parte continúan las muestras de adhesión a la nota en que los obispos ofrecía unas orientaciones morales ante las próximas elecciones. El cardenal Agustín García-Gasco, en su carta pastoral que dedica esta semana a las relación entre familia y estabilidad económica, afirma que los cristianos deben «examinar ante las próximas elecciones generales las diferentes propuestas electorales para discernir cuáles resultan respetuosas con los fines de la familia y cuáles, por el contrario, fomentan directa o indirectamente unas relaciones inestables». En su texto, al que ha tenido acceso este diario, el arzobispo de Valencia añade que «algunos reducen la familia a mera pareja inestable», mientras que la Iglesia católica «proclama que la familia es la célula básica de la sociedad y, por ello, merece una protección especial y específica que no puede ser confundida con otras relaciones humanas».
También el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, terció en la polémica al calificar como «lúcido» el documento aprobado por la Permanente y recordar que la Iglesia «no tiene ningún partido político, ni opta por ninguno, porque en ningún momento de la historia de la democracia se ha dicho a quién hay que votar». En la misma línea insistió el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López, al afirmar que la Conferencia Episcopal «no pretende orientar el voto, ni lo pide expresamente para ningún partido».
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