Valladolid

El diez por ciento de los niños sufre ardores de estómago después de una comida

Una niña come una paella. Fuente: EFE
Una niña come una paella. Fuente: EFElarazon

Alrededor de un diez por ciento de los niños entre uno y once años de edad padece síntomas de reflujo gastroesofágico, que sufre ardores o regurgitaciones después de realizar una comida o durante la noche. Cuando estas molestias son constantes y perjudican la calidad de vida del menor, éste debe ser tratado por su pediatra, quien intentará impedir que llegue a desarrollarse la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE). Ésta es una de las conclusiones del XVI Congreso de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, celebrado recientemente en Valladolid.En condiciones normales, el ácido gástrico se encuentra en el estómago y no pasa hacia el esófago gracias al esfínter esofágico inferior, una válvula que separa los dos orgános, encargada de impedir que el ácido se filtre y produzca ardores. «Pero en determinadas ocasiones esta válvula falla y entonces se produce el reflujo gastroesofágico», afirma Federico Argüelles, profesor titular de Pediatría y jefe de la Sección de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. Esto es más frecuente en los niños debido a que «su esfínter esofágico inferior es anatómicamente más débil, tiene menor capacidad de respuesta y, sobre todo, tiene relajaciones espontáneas muy frecuentes», explica Federico.Hasta un 65 por ciento de los bebés de entre cuatro y seis meses padece regurgitaciones, es decir, retornos involuntarios a la boca de los alimentos o líquidos ya ingeridos. Alrededor de los 18-20 meses de edad, el 60 por ciento de los casos va desapareciendo. Sin embargo persiste en casi la mitad menores. Cuando esto ocurre «hay que poner en marcha medidas posturales y dietéticas, como colocar al pequeño en posición decúbito lateral izquierdo o semisentado y evitar que tome alimentos como el cacao, que relaja el esfínter y aumenta la secreción ácida gástrica», añade el experto.Se espera que aparezcan nuevos fármacos que ayuden a los niños que sufren estos problemas.