empleo y humo

En este escenario de preocupación creciente por el paro, como refleja el último barómetro del CIS, no alcanza uno a entender que sus señorías los diputados sigan de vacaciones parlamentarias y, mucho menos, que el presidente del Gobierno posponga su comparecencia para explicarle a la Nación qué es lo que está haciendo para evitar que el desempleo aumente. Los datos de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas no dejan lugar a dudas. La inmensa mayoría de los ciudadanos no está preocupada ni por la financiación autonómica, ni por la ley de libertad religiosa, ni por el aborto o la memoria histórica, pese a que a veces Pepiño Blanco y Leire Pajín nos intenten hacer creer lo contrario. A los ciudadanos lo que les importa de verdad es la situación de la economía, el hecho evidente de que cada vez es más fácil que te despidan en tu empresa, y la realidad inquietante de los Eres, las quiebras, los cierres empresariales, las bajas incentivadas y las jubilaciones anticipadas. Porque por mucho que queramos vestir la crisis de universal, lo cierto es que en España sube más el paro que en ningún otro sitio. Sube más que en la Europa del Este y con más virulencia que en el Oeste. Tenemos el dudoso privilegio de destruir más empleo que en ningún otro país de la UE. Y los peores índices de confianza. Los ciudadanos están preocupados por sus puestos de trabajo, y Zapatero se dedica a vendernos el mismo humo de siempre. Ahora por internet.