Alimentación

Escarola para hacer la digestión

El invierno es la temporada estrella de esta hortaliza
El invierno es la temporada estrella de esta hortalizalarazon

Con la llegada del invierno, la escarola ofrece todo su esplendor y calidad. De intenso color verde, las hojas de esta hortaliza contienen intibina, un compuesto responsable de su sabor amargo y de los beneficios digestivos que se le atribuyen. Los folatos, otro de sus componentes, intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Además, resulta esencial en la alimentación de las embarazadas durante los tres primeros meses para evitar futuros defectos del tubo neural como la espina bífida. Por otro lado, los anticonceptivos orales reducen la asimilación de los folatos, por lo que las mujeres que los toman deben tenerlo en cuenta para evitar posibles carencias.

El calcio y el hierro presentes en la escarola, a pesar de su abundancia, no se asimilan bien porque la fibra que posee esta verdura interfiere en la absorción a nivel intestinal. Comparte con el resto de hortalizas su bajo contenido energético y riqueza en agua. En ella predominan pequeñas cantidades vitaminas B1, B2 y C.

Por su grata presencia y agradable sabor es un vegetal muy apreciado. Su particular sabor dulce con reminiscencias amargas, resulta muy sabrosa para tomarla con el clásico aderezo de aceite, ajillos, vinagre y sal.


Existen dos variedades de escarola en función de sus hojas:

Escarola lisa. Conocida también como escarola de hojas enteras. Éstas son anchas, casi lisas, de borde algo ondulado. Es parecida a la lechuga y se puede encontrar sobre todo en los meses de invierno. Algunas variedades son: Stratego, Gigante hortelana, Agora, Brevo, Salanca.

Escarola rizada. Conocida también como achicoria rizada, escarola crispa o rizada, por sus hojas partidas en estrechos y retorcidos segmentos y bordes fuertemente dentados. Las más representativas: Oxiale, Wallonne, Frida, Priscilla, Tosca, Cabello de Ángel, etc.

Su riqueza en agua es la responsable de que esta verdura no se conserve en buenas condiciones durante mucho tiempo. En general, las hojas lisas se mantienen frescas durante más tiempo que las rizadas.