Ibiza
Fallece Sebastián Barceló un visionario del mercado turístico español
El presidente de la Fundación Barceló y copresidente de honor de la empresa turística Grupo Barceló, Sebastián Barceló Oliver, falleció el pasado sábado en Mallorca a los 79 años de edad. Sebastián Barceló nace en Es Carritxó, pequeña población perteneciente al municipio de Felanitx, isla de Mallorca, el 6 de enero de 1930, en una familia de cuatro hermanos.Con tan sólo 12 años comienza a ayudar a su padre en la pequeña empresa de transporte de viajeros y mercaderías por carretera, y que constituirá el germen del grupo de empresas que actualmente es Barceló Corporación Empresarial. El reparto de mercancías y correo fueron sus primeras ocupaciones, que simultaneaba, en un afán de formarse, con la asistencia a clases de matemáticas y contabilidad. Su poca edad le impedía conducir vehículos, pero no lavarlos, reparar motores o cargar combustible.La década de los 40 transcurre para Sebastián colaborando con su hermano Gabriel y con su padre en el crecimiento de la pequeña empresa, a la que se van incorporando nuevos vehículos.Es a comienzos de los años 50 cuando Sebastián Barceló, plenamente integrado en el trabajo de la empresa familiar, tiene el primer contacto regular con el creciente número de visitantes que llegaban a Mallorca, dándose cuenta inmediatamente del campo que se les abría. De ahí que los dos hermanos Barceló pidieran a su padre que les permitiera utilizar los autocares para atender a esos turistas, recogiéndolos en el aeropuerto, trasladándolos a los hoteles y organizando excursiones, incrementando así las fuentes de ingresos.Esa actividad favorecía el contacto permanente con personas vinculadas al negocio turístico, y la demanda de servicios se extendía a otras cuestiones que excedían el mero transporte de personas. Los propios turistas solicitaban recomendaciones sobre hoteles, prolongar una estancia o cambiar un billete de avión.Con intención de satisfacer esa demanda, en 1954 y siempre conjuntamente con su hermano Gabriel, Sebastián inicia actividades en el campo de las agencias de viaje, mediante la apertura de una primera oficina en Palma de Mallorca, lo que otorga a los dos hermanos un grado de independencia en su actividad empresarial. Se crea de esta forma un tándem perfecto entre los dos, que ya permanecerá indisoluble y compenetrado durante todo el tiempo en que ambos rigieron los destinos del Grupo. Gabriel Barceló se ocupaba primordialmente del negocio de agencia de viajes, mientras que Sebastián controlaba la empresa de autocares, en una división funcional que no patrimonial, pues ambas actividades, complementarias entre sí, consolidaban un único negocio. «No había duda: el turismo iba a ser la primera industria de las Baleares, e incluso de España. Y teníamos claro que queríamos estar allí, en primera línea, liderando esa gran revolución», dijo en una ocasión Sebastián Barceló. En los años 60 crece de tal forma la flota de autocares que era necesario un garaje donde poder guardarlos. Los hermanos Barceló deciden construir esa cochera ellos mismos, con lo que inicia su actividad la División de Construcciones, dentro del propio Grupo Barceló, al frente de la cual se coloca Sebastián desde el primer momento, y que pronto recibe encargos de terceros.
Los aviones que en esos años llegan a Mallorca son cada vez de superior capacidad, y la oferta hotelera que tenía en aquel momento la Isla era relativamente baja. Es entonces cuando Sebastián y Gabriel Barceló se percatan de que hay otro negocio por desarrollar, el de los alojamientos hoteleros. «Mi hermano y yo nos solíamos reunir los sábados por la tarde. Recuerdo que uno de ellos Gabriel estaba realmente preocupado pues necesitaba 300 habitaciones para alojar a otros tantos clientes de la agencia de viajes, y carecía de ellas, sin posibilidad de encontrarlas por ningún sitio. En aquel momento nos dijimos; tenemos que encontrar un solar para hacer un hotel por nuestra cuenta. Y el lunes ya teníamos tres solares», solía contar Sebastián Barceló. Comienzan así a construir los primeros establecimientos hoteleros; Sebastián se encargó para ello de formar un equipo profesional de arquitectos y aparejadores, centralizando el diseño y controlando todos los procesos. Eran equipos constructivos sólidos, multidisciplinares, que proyectan, diseñan y ejecutan, lo que facilita el ahorro de costes indirectos y la reducción del tiempo de construcción.Sebastián Barceló y su hermano desarrollaron un concepto de hotel innovador, construido no en primera línea de playa, pues estaba claramente orientado al turismo familiar, segmento al que la primera línea no le resultaba fundamental, pero sí que buscaba un ámbito más tranquilo, alejado del tráfico de la primera línea y sus peligros. Además, cuando todos los hoteles de la época tendían a agotar su edificabilidad en altura, los hoteles «Pueblo» de Barceló se construyeron en horizontal, a base de pocas plantas y un edificio central de servicios comunes, a modo de «plaza mayor», y con mucho espacio dedicado a jardines y piscinas, amén de restaurantes de diversos estilos, centro comercial, discoteca, peluquería, juegos infantiles… Todo ello en un hotel con categoría de una estrella. Esta tipología de hotel vino a ser la precursora de un modelo de hotel vacacional que posteriormente se ha desarrollado bajo la denominación de resort. El primero de los hoteles ‘Pueblo' se inaugura en Mallorca en 1966, al que seguirán nuevos desarrollos en Ibiza (1968), Benidorm (1970) y Menorca (1972).
Visión internacionalEs a partir de 1980, en medio de los efectos de la segunda gran crisis del petróleo, cuando Sebastián y Gabriel Barceló perciben que el negocio turístico en España es excesivamente dependiente del mercado europeo, que empieza a disponer de otros destinos mediterráneos, de similares características a las de España y a precios más baratos. Por ello toman una decisión que marcará para siempre el desarrollo futuro del Grupo: la internacionalización. Para llevarla a cabo deciden invertir en un terreno de playa al Este de la República Dominicana, Playa Bávaro, a donde Sebastián se traslada para supervisar estrecha y personalmente la construcción del primer hotel desarrollado en la zona: el Barceló Bávaro Beach Resort, que se inaugura en 1985. El desarrollo de este resort supuso una ruptura con el modelo turístico de influencia norteamericana: los edificios se ubicaron y diseñaron con el objetivo de ofrecer un inmediato y directo contacto con el paisaje tropical, respondiendo al clima cálido y húmedo con el uso de una arquitectura que favorecía la ventilación cruzada y ascendente. Las casas-club, los restaurantes, el teatro, los bares, no tenían fachadas, eran transparentes al viento y presentaban todas sus caras abiertas al mismo. Sebastián Barceló fue pionero en el desarrollo turístico del Este de la República Dominicana, y siguiendo sus pasos el resto de cadenas hoteleras españolas fueron instalándose en playas vecinas a las de Bávaro con productos turísticos similares.Posteriormente, proyectos en Playa Tambor (Costa Rica, 1992) o Montelimar (Nicaragua, 1993) llevan también el sello de Construcciones Barceló, con Sebastián siempre al frente, solventando sobre el terreno muchos inconvenientes como falta de accesos, de agua, de electricidad. Sólo la entrega, la capacidad de enfrentarse a situaciones difíciles y la disponibilidad total de Sebastián Barceló permitieron acometer esos desarrollos en terrenos inhóspitos, y además ejecutados en tiempo record.La manifestación universalmente más reconocida y apreciada del espíritu emprendedor de Sebastián Barceló ha sido la construcción de todos esos complejos turísticos innovadores, tanto en su concepción como en su aceptación por el mercado. Ha levantado hoteles y lugares de vacaciones en los más bellos parajes del trópico americano, con una cuidadosa adaptación de la arquitectura al medio ambiente.
Fundación BarcelóEn 1989 la familia Barceló Oliver, para honrar la memoria de sus padres, decide constituir en Palma de Mallorca la Fundación Barceló, institución sin ánimo de lucro, y dedicada a la investigación, la atención social y la difusión cultural, y de la cual Sebastián Barceló ostenta la Presidencia de su Patronato.En 1993 Sebastián sucede a su hermano Gabriel como primer ejecutivo del Grupo Barceló, cargo que desempeña hasta enero de 2000, momento en que decide renunciar al cumplir los 70 años, favoreciendo de esa forma la sucesión generacional en el liderazgo de la compañía, pasando a ostentar el cargo de Presidente de Honor del Grupo. Le sustituyeron en la más alta responsabilidad de la Compañía su hijo Simón y su sobrino Simón Pedro. Sin embargo Sebastián nunca abandonó su despacho en la sede central del Grupo, al que ha seguido acudiendo todos los días.
Reconocimiento profesionalSebastián Barceló recibió a lo largo de su vida numerosos reconocimientos y premios, como la Medalla de Plata al Mérito Turístico (1979), la Medalla de Oro al Mérito Turístico (1995) la Medalla de la Cámara de Comercio de Baleares (1997), el premio ‘Mejor Empresario Turístico del Año' (1999), la Medalla de Oro del Fomento del Turismo de Mallorca (2000) y la Medalla de Oro de la Comunidad de las Islas Baleares (2006).También recibió importantes distinciones en la República Dominicana, como el nombramiento de Caballero de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón o la concesión del Premio Anual de Turismo, como Pionero del Turismo en la región este del país.
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